Hoy les voy a contar
una nueva anécdota verídica. Sé que muchos van a sonreír al leer esta historia.
Me encontraba en Paris cuando esto sucedió. Mi ex marido,en aquella época erámos novios y cuando sucedio esta historia se encontraba haciendo el servicio militar en el cuerpo de
bomberos de Paris. Junto a él nos habían invitado a la boda de una de sus
primas algo mayor que el. Yo, llegue unos días antes y me aloje en casa de su tía. Era un
viernes, el enlace seria el sábado por la mañana. Aproveche esos días para
comprar el vestido y demás complementos en Paris; como anteriormente estuve en
la capital parisina no tuve ningún problema para desplazarme en metro hasta “Galerías
Lafayette”. Encontré un vestido precioso en color rosa, entonces era menudita y
cualquier cosa me iba de maravilla, ni un solo retoque necesitaba. Después tenía
cita con la peluquera, no tardo mucho en lavar y marcar y el día de la boda me daría
un retoque antes del enlace. Una vez hecha la compra me fui hasta la casa de su
tía. Estaba previsto que mi novio llegaría a las 18h de la tarde. ¡Estaba
impaciente por verlo como se pueden imaginar! Pero eran casi las 20h cuando apareció.
Llego muerto de risa contándonos un hecho ocurrido esa misma tarde. Hacia las 16h,
llaman a los bomberos del decimotercer distrito de Paris. Era urgente y el furgón
salió tocando la sirena por las calles de Paris hasta llegar al lugar indicado,
en el trayecto pensaban que quizá habían salido para nada, pero cuando se avisa
a los bomberos tienen la obligación de salir, ver lo que ocurre. Se encuentran
ante un matrimonio con niños, más la suegra del en la puerta de la vivienda.
Estaban lívidos, asustados y empezaron a contarles lo ocurrido. El marido esa
tarde no había salido a trabajar por estar de baja laboral, el pobre no podía
pronunciar casi una palabra. Escucharon con casi ironía la historia, les
costaba creer lo que ocurría. Al buen señor intentaron tranquilizarlo entre
todos hasta que recupero el aliento y, fue entonces cuando a la pobre suegra le
da un ataque de ansiedad y de pánico.El señor les dice que a causa de una
gastroenteritis iba al lavabo a menudo. En unos de esos apretones de intestinos
se dirige al baño corriendo; se sienta en la taza del váter y, siente en su
trasero algo frio que le toca. Se levanta sorprendido, ante su estupor
comprueba que por la taza del váter intentaba salir una serpiente boa. El
hombre se pone histérico y llama a su mujer para que comprobase el incidente,
antes cerro con fuerza la tapa del váter. Se acercaron cautelosamente, allí no había
nada y su mujer lo achaco que pudo equivocarse. Horas más tarde es el turno de
la suegra de ir al baño, nada más sentarse siente algo frio en el trasero; para
comprobar que efectivamente era tal como lo había contado su yerno, de nuevo la
serpiente boa intentaba salir. ¿Imaginasen de ir al lavabo y que te ocurra esto?
Los bomberos acordaron echar por el
váter un producto que dormiría al animal: de esta forma lo recuperarían en la alcantarilla.
Así fue, una serpiente boa de varios metros aterrizo en la alcantarilla.La policía se encontraba ya en el lugar y
empezaron a investigar; efectivamente la serpiente era del vecino del quinto
piso. Cuando se iba al trabajo dejaba la serpiente en el baño, salvo que esta
vez dejo la tapadera del váter abierta y el animal decidió darse un paseo.
Seguramente que el animal cansado quería terminar su paseo, pero se equivoco de piso. Al
día siguiente salió lo ocurrido en los periódicos; al dueño lo multaron y protección
de animales se hizo cargo de la serpiente. Ahora el susto de esa pobre gente
fue tremendo; los bomberos una vez terminado el trabajo se morían de risa de lo
sucedido.
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