Después
de una semana con fiebre, debido a una gripe vírica: esta mañana, decido de
hacer un poco de limpieza en casa. ¡Me gusta mientras hago las faenas escuchar
música clásica! Pongo un CD automáticamente y, cuando llega a la tercera composición
escucho los primeros acordes de “La Leyenda del Beso” Los pelos se me ponen de
punta, un escalofrío recorre por todo mi cuerpo, empiezo a sudar y me arrodillo en
el suelo llorando desconsoladamente,a la vez, gritando y repitiendo varias veces ¡mami…mami! En este trozo de música,
hay una conexión importante con mi madre fallecida y, ahora les explico el
motivo. ¿Cuántas veces mamá me la contaba llorando? Nunca olvidaría aquello y,
una servidora tampoco he logrado sacarlo de mi mente. Cuando la pena le abarcaba demasiado y no podía llorar
por lo bloqueada que se encontraba, me decía, hija, quiero escuchar la”
Leyenda del Beso” de esta manera ella desahogaba
sus penas, tantas eran las que sufría mi pobre madre. Durante nuestra guerra
civil ocurrió algo que nunca pudo superarlo. Para entonces ya habían nacido
cuatro de mis hermanos, mamá se encontraba embarazada de ocho meses de la penúltima
hermana. Papá se encontraba en el frente y, ella se quedo en casa con mis
cuatro hermanos.Se encontraba en su pueblo natal. Un pueblo pesquero de la
costa Almeriense, aquella región era una zona repúblicana. Cuando de repente suena la sirena, avisando que llegaba la aviación
nazi junto a los facistas italianos. Mamá junto a mis cuatro hermanos sale corriendo para refugiarse en los
campos de maíz. No le da tiempo llegar, tropieza y se cae rodando a una zanja llena
de barro: con su cuerpo protege a mis hermanos de la aviación que
estaba ametrallando a los civiles escondidos en los campos de maíz. A ello se adjuntaba los
acorazados nacionales cañoneando desde el mar. Fueron momentos muy tensos y su única preocupación
era que sus hijos no saldrían a correr del miedo y llorando. Cuando aquello acabo, había un
silencio mortal, frio, estremecedor. Antes de levantarse de la zanja, en una
casa cercana, en una radio dejada encendida durante la alerta se escuchaba “La Leyenda del Beso” Mamá se da la media vuelta
mirando los campos de maíz: se queda petrificada del horror, ante ella un espectáculo
dantesco: cuerpos de civiles, niños, mujeres, ancianos destrozados a pedazos.
Cientos de personas agonizando y, la música que seguia su curso. Mamá
arrodillada en el suelo llena de barro, llora desconsoladamente ante semejante
barbarie: impotencia, dolor se apodera de ella. Toca a cada uno de sus hijos,
todos están bien. Tiempo después, se da cuenta que el haber tropezado y caerse justo antes de
llegar a los campos, salvo su vida, al igual que la de mis hermanos. Ayudo como
pudo a los demás hasta que llegarían a socorrerles: pero aquello dejo tal
huella en ella, que jamás lo supero. Hoy le rindo un homenaje a esta mujer valiente que fue mi madre
y, con lágrimas en los ojos comparto con todos ustedes esta historia verídica.
Mamá |
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