Sobre
la mesa del ordenador, tengo una foto de mi fallecida perra. Me quito las gafas
y la observo durante varios minutos; oh, me pareció oír un quejido, debió de
ser mi imaginación. Siempre que pienso en ella, me parece escuchar su llanto lastimero. Recordaba como
hace más de 20 años, y de qué manera llego a nuestra casa; mi fallecida madre
se encontraba viviendo con nosotros. Unos días antes el gato que le hacía
compañía lo había atropellado un coche; aquello fue un drama para ella, le
hacía compañía durmiendo con ella, como persona mayor, empezó a deprimirse. Mi
pobre madre la veía llorar con tanta
pena que, cogí el coche para ir a la tienda más cercana en venta de animales.
Quería comprarle un gato, casualidad en ese momento no quedaba ninguno; al salir
un aullido lastimero llama mi atención, había en el suelo una jaula con un cachorro
de raza pequinés; fue como diciéndome “aquí
estoy “Al mirarla me enterneció su mirada triste y ella meneaba la colita al
acariciarla; vamos que me enamoró. La compre de inmediato junto a un cesto para
dormir y comida para perros. En el coche la puse en el lugar del copiloto, su
mirada brillaba y, no me quitaba ojo: decidí al verla tan bella llamarla “linda
“Al llegar a casa mi madre no la acepto de inmediato; todavía sufría por su
gato Pero poco a poco fue aceptándola; cuando la lleve al veterinario, me dijo;
Ja, he aquí una bellísima perra de pura
raza, pero usted no sabe lo que le ha caído. Esta raza es caprichosa y,
testadura… en definitiva una perra aristocrática. Yo sonreí, anteriormente tuve
perros que, nunca provocaron problemas. Efectivamente, tenía razón el
veterinario, se hizo la dueña de casa de inmediato, era juguetona y muy
cariñosa y,caprichosa por supuest, tal
como me lo advirtió el veterinario. La comida de perros, no era para ella y, yo
al ver que no comía, se me ocurrió ponerle pollo con arroz; claro está que lo
devoro y, así prosiguió. Yo me estaba encariñando demasiado con ella. Cuando
llegaba de fuera, era toda una fiesta, saltaba, ladraba, se subía en mis brazos
y no paraba de darme besos con la lengua. Durmiendo a mis pies, era la sombra que nunca me
abandonaba .La gente del barrio me decía lo bella que era, ella lo sabía ,
había que ver su porte; me recordaba a
“duquesa “la gatita aristocrática de los dibujos animados de Disney. Solo había
un problema “linda “cuando llovía ,eso de de mojarse no era para ella, se sentaba y no
había manera de sacarla fuera, la
primera vez que vio la nieve fue comico ; fue poner su patita en la nieve helada y echo a correr para dentro de
la casa.Mi madre mientras falleció, llorándola las dos muchísimo. Linda me
secaba las lágrimas con la lengua, ella lloraba al verme triste. Mis hijos
casados, mi matrimonio a la deriva, fue mi paño de lágrimas. Su amor incondicional
hizo que, era mi niña, mi salvavidas en aquellos momentos. Muchos pensaran que
absurdo…como se puede uno atar de esa
forma a un animal. No tengo lógica para explicarlo, pero ocurrió. Cuándo unos
años después, atrapo una neumonía tremenda; ella lloraba lágrimas de verdad al
verme tan mal….Esto es verídico; y la
tristeza en su mirada, cuando llego la
hora de mi separación; nunca lo olvidare ,al ver las maletas en la puerta se puso a
llorar, sabía que era un adiós definitivo: entre mis brazos la abrace fuertemente,
llorando toda mi pena; no podía llevármela, ni yo misma sabía a donde iba ir a
parar. Murió unos meses después de pena, se abandono, rehusando comer, murió
esperándome detrás de la puerta de casa. “Linda “más que mi mascota, fue mi
niña, mi amiga, mi paño de lagrimas; juntas llorábamos, juntas jugábamos. Nunca
podre olvidarte “mi linda “te perdí y yo tengo todavía la pedrada en mi alma.
Pase junto a ella unos años que me lleno de ternura; junto a una gatita negra
que tenía anteriormente, fue increíble lo que me aportaron estas dos mascotas. Me gustaría creer,
que existe un paraíso para animales; seguro que ellas dos están allí esperándome.