jueves, 5 de abril de 2012

SUBIENDO AL DESVÁN....


Al día siguiente subí al desván, sin querer mis ojos se posaron con cierta nostalgia en  un baúl donde desde joven guardaba mis secretos. Me acerque, había un diario descolorido por los años, un diario de mi juventud. Al abrir una página, un trébol de la suerte qué tú me regalaste. Las lágrimas acudieron a mis ojos resbalando sobre mis mejillas. Ahí estaban mis ilusiones, mis sueños llenos de vida, ahí estabas tú. Cada palabra dedicada a nuestro amor… Tu egoísmo y el maltrato que me infligiste; eras narcisista, machista, inmaduro también. Ahí estaba yo…leyendo nuestra historia; mi corazón palpitaba tan fuerte, que sentía los latidos en mi frente. Cerré mis ojos viendo desfilar ante mí mis sueños rotos, palpitando, bailando en mi mente. Olas de felicidad, charcos de tristeza, sonidos de risas, sombras inquietantes. Todo un amor esfumado como el humo de un habano…Tanto, tanto lo que sufrí con semejante tormento. Hoy en la madurez de los años te perdone,  claro que perdone, no  puedo vivir con heridas abiertas. Después de huir de nuestro hogar por las amenazas de muerte, me di cuenta años después de mi valentía como mujer; junto a ti me sentía infravalorada y la autoestima estaba por los suelos. Hoy soy una mujer nueva llena de ilusiones y metas, dando gracias a la vida de haberme liberado de tus garras y tu mala influencia sobre mí…Eras retorcido mentalmente, viendo el mal donde no existía, sufriendo celos enfermizos sin razón, celos de tus propios hijos, de mi madre y todo lo que me rodeaba…Era suya hasta ahogar mi alma, para luego una vez conseguido lo que deseaba, me dejaba tirada. Hoy soy una mujer fuerte y liberada…
Marilo Dominguez.
05/04/2012



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario