Después de la separación decidiendo ir a una terapia psicológica para superar
el pasado; había llegado la hora de
vivir para mí, admitiendo que había mucho resentimiento por la propia vida. Qué
ante todo necesitaba ser honesta conmigo misma, al empezar en admitirlo veía al
mismo tiempo como desaparecía la culpa. Tengo que seguir en ese camino para
desprenderme del todo; no sentirme nunca más culpable de mis errores y el de
los demás. Me sentí culpable por no haber podido salvar nuestro hogar de la
deriva. Destruyendo y haciendo que aquello fuese un infierno para todos, mi
vida, la de nuestros hijos y la suya. Mi camino estaba sembrado de espinas y en
mis zapatos había pedruscos al andar. A
raíz de lo ocurrido, más los problemas graves de salud que padecía decidí por
muchos motivos coger el cuaderno del
baúl y, me puse a escribir mi vida en el ordenador, sin odio, sin amarguras.
Habían pasados muchos años de nuestra ruptura y el dolor se había esfumado; los
recuerdos nunca, la vida está compuesta ante todo de tu pasado. Aunque a veces
sin querer ese pasado vuelva…ya no me hacen daño e intento por medio de la
escritura sacar los demonios de medianoche que me provocaban insomnios. Soy libre como pájaro volando
hacia el sol, salgo y entro sin ningún tipo de coacción, sin amenazas; en
definitiva soy una mujer nueva, recupere mi autoestima, recomponiendo el puzle
dislocado de mi vida, encajando pieza por pieza, lo que realmente pido a la vida
es vivir en paz y armonía conmigo misma… lo conseguí a base de tesón, de
perseverancia… El secreto está en perdonar y perdonarme…
Marilo Dominguez.
05/04/2012.
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