domingo, 8 de abril de 2012

REFLEXIONANDO...


A partir de aquel encuentro  me puse a reflexionar,  necesitaba sacar de mi armario interior lo que me sobraba. Decidí sacar cada estante del armario y hacer una limpieza general. Los recuerdos que ya no me sirven de nada y, al mismo tiempo me desprendí para siempre de algunos sueños e ilusiones. Tire con fuerza la rabia, el resentimiento, mis pasiones ocultas y mis deseos no realizados. Recuerdos de tristezas y, lo que quedaba de alguna forma llegaría a desprenderme también. Los engaños  que tanto me decepcionaron, no voy a permitir más que sigan agobiando mi alma, no deseo recrearme en el dolor pasado, solo quiero sacar de esta experiencia lo positivo y asumir que esos recuerdos no vuelvan a dañarme. Ver lo bello de la vida, a pesar de que cuánto cuesta entender lo ocurrido….Pero a cambio que sufrimiento innecesario he pasado, las palabras hiere el alma y decidí tomar otro camino. A cambio encontré otras cosas maravillosas y una vez limpio el armario puse en cada estante mi infancia lejana junto a mis padres. Aquél gorrioncillo junto a su cría que solía venir a cantar en mi ventana y, a comer migajas de pan. Las puestas de sol sentada en la arena de la playa y ver después la luna plateada alumbrar el mar, el enorme manto de las estrellas. Cada estación del año, las flores cada primavera embriagándome con su olor, él canto de los pájaros en el parque cerca de mi casa... y ese olor a tilos en la avenida de mi ciudad. Mis paseos por los bosques en el otoño, admirando sus colores, descubriendo aquí, allá las ardillas subiendo con ligereza los árboles. Pasear por la orilla del mar descalza, sentir golpear el agua en mis tobillos; observar las gaviotas al llegar los barcos de pesca, y la lluvia caer sobre mi rostro en los días de lluvia, admirando como las gotas de agua cliquean en las calles, parecen bailar. En el invierno bien abrigada, dejando el rastro de mí calzado sobre la nieve... observando el paisaje y los arboles de un manto blanco inmaculado. Cómo no... La familia, los amigos de ayer y de hoy. Por fin después de esta limpieza, el armario quedo reluciente. Lo cerré con la llave dentro de mi corazón, la guarde en caso… pero en adelante solo guardare dentro  lo positivo, para que en mi vejez sonría recordando, contándoselo a mis nietos ¡ Ahora soy feliz sin los recuerdos amargos, la vida es bella cuando te desprendes de lo que te sobra y guardas lo bello que la vida aporta. Pasaron los años, las estaciones también junto a otros recuerdos… 
Marilo Dominguez.
08/07/2012.

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