A raíz de un encuentro fortuito... vuelvo atrás
sobre mis pasos de un ayer que no conseguía olvidar por completo, y más cuando me
encuentro en mis momentos sensibles. Imágenes de luz vacilan por mi mente,
risas y llantos y esa voz que siempre he
recordado. Al encontrarnos me tendiste tus brazos, amago de sonrisas y frases cortas, a la vez
que en mi garganta ahogo un grito de pánico. Y pensar que ayer nos amamos,
haciéndonos al mismo tiempo tantísimo
daño. No entiendo por qué ocurrió esto
en nuestras vidas, siempre fui leal y sincera, pero cada noche me persigue.
Intente darte varias oportunidades; falle en el intento. Que finalmente reconocerías tus errores y no encontraba al ser que me enamoro, para mí después
eras un extraño. Estos recuerdos se están tornando dolorosos y hiela mi alma. Deseo
al mismo tiempo lavar mis culpas, quizá no comprendí ciertas cosas, pensaba que
dándole mi amor era suficiente, tú tampoco hacías esfuerzos por una
reconciliación sincera. Siempre fui una impulsiva guiada por el instinto, tú eras
lo contrario, encerrado en tus penas y tratando de olvidarlo bebiendo. Ahora ya
es tarde para lamentarse de los errores. Al reencontrarnos me tendiste tus brazos, me retuve en el impulso
y nos despedimos con la mano…
Y LOS MALOS RECUERDOS VUELVEN…
Los malos
recuerdos volvieron de nuevo, cada noche que pasaba se sumaban los minutos
interminables intentando liberarme de tu amargo recuerdo; pensamientos
innecesarios pasaban por mi mente, voces evaporadas. Recuerdo tus ojos hostiles
que hieren solo con la mirada cuando los celos eran más fuertes que tu
voluntad; celos sin razón, me tenías en una jaula dorada. La lluvia cae
fuertemente en la ciudad y los relámpagos suenan con fuerza iluminando los
recuerdos. Muchos sueños rotos y lágrimas por este amor destrozado. Ahora
caminamos en mundos diferentes, necesite toda mi fuerza para seguir luchando.
De nuevo empiezo a soñar, a tener metas y proyectos en mi mente. Este nuevo
amor hoy día despierta en mí un nuevo aroma por la vida, en su risa, su
dulzura, su ternura. Tan suaves son las
caricias y los mil sueños que cada noche compartimos, que me cura las heridas.
Tantas cosas maravillosas suceden, que deseo que no pasen las horas. Hoy me
siento feliz con el hombre que amo. Lo demás relegados en el olvido, aunque a
veces están presentes cuando menos lo esperas, los amores nunca se olvidan y
hoy me quedo con los buenos recuerdos ; eso me ayuda a caminar y a intentar que
cosas como estas no me vuelvan a suceder, ya no soy una sumisa. Pero luego
los demonios de medianoche me persiguen…
EN EL SILENCIO DE LA NOCHE…
Esta noche el
viento azota mi calma y, los susurros de la noche me sosiegan. Tantos son los secretos
escondidos en el baúl de los recuerdos, recuerdos que a veces parecen esfumarse
con el tiempo, hasta que de nuevo los recuerdos llegan sin previo aviso. A veces te veo reflejado en la mirada de
nuestros hijos ; tienen tu mirada y tu
sonrisa y sin querer siento escalofríos. Estos desengaños me hicieron mucho
daño, matando y mutilando mis ansias de
amar. Hace tiempo que perdone y solo
puedo decir que es extraño. Cómo puedo todavía sentir
los besos, tantos abrazos sí ya no te amo y, al escuchar los pasos y risas de los nietos en el jardín
vuelvo en sí. Mi alma encontró por fin el consuelo en este mundo poco sincero ;
pero a veces los recuerdos acechan sin cesar,
están ahí contra tu voluntad. Un olor, una canción y todo vuelve hacia atrás en lo
que tanto intentas olvidar. Ahora solo me queda que no duela nunca jamás; hasta
que el recuerdo sin previo aviso decida de nuevo regresar. Deseo que con el
tiempo se esfumen definitivamente, reconozco ser muy sensible a pesar de que no
me gusta recrearme en el pasado…
Marilo Dominguez.
08/04/2012.
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