miércoles, 29 de mayo de 2013

UN ROBO EN LA CIUDAD II PARTE...



Era el delegado de un personaje público en uno de los tantos Ayuntamientos,  de un barrio de Paris muy conocido, en el cual estaban investigando en el periódico donde ella trabajaba. Había rumores que, era el jefe de una mafia de traficantes de droga, trata de blancas etc. Llamo a la policía de una cabina pública sin identificarse y, justo el tiempo para que no localizasen su llamada. Estaba asustada, era periodista y sabía lo que se jugaba. Llego al Hotel cansada, después se tomo una ducha y, volvió a observar a través de las ventanas, si había algún coche sospechoso. Seguía lloviendo; pensaba cómo estaría Danny. Se sintió culpable de abandonarlo allí, pero que podía hacer frente a cuatro individuos armados. Sophie, paso la noche fumando cigarrillo, tras cigarrillo. Pidió una jarra de café para mantenerse a la espera de una llamada. Danny antes de ir a la cita, le dio el nombre de este Hotel para refugiarse, eran parientes lejanos del. La noche se hizo eterna, pendiente del teléfono, pero el teléfono estaba silencioso como la muerte. Al amanecer fue a recoger el periódico, nada sobre Danny. Estaba decidida iría a ver la policía y, contaría lo que había visto. Dirigió sus pasos hacia la comisaria del “Boulevard Clichy” Un policía con cara de pocos amigos le atendió, Sophie le dijo que solo hablaría con el jefe de la brigada. Le dijeron de sentarse y esperar. Al final de la mañana por fin le atendió el jefe de Brigada Antoinne Berguer. Cuando Sophie termino de contar lo que sabía, presentando su tarjeta de antemano como periodista. El jefe le indico que lo investigarían, pero para eso tenía que pasar 24 horas, para considerar a Danny desaparecido. Pasaron varios días de incertidumbre, de angustia pendiente de una llamada, nada. Sophie, pidió al jefe de redacción unos días libres para investigar ella por su cuenta. Su jefe se lo concedió, antes le dijo de ser muy prudente. Se cambio el color del pelo, un look hippie y, se  fue de nuevo por el barrio de “Pigalle” Sophie estaba acostumbrada a ello, como periodista lo hizo en otros casos. Al anochecer, volvió a pasar por el callejón donde vio la escena de lo ocurrido. Había todavía rastros de sangre y, ella temió lo peor. Un vagabundo le pidió unos francos, ella se lo daría a cambio de unas preguntas. Saco del sujetador un fajo de billetes, el vagabundo se quedo perplejo y ella le pregunto si tal noche vio algo. El vagabundo la llevo un poco más lejos y le señalo otra persona, ella le dio 10 francos y el desapareció. La persona en cuestión era una mujer de edad avanzada, en evidente estado de ebriedad. Sophie, la llevo al bar más cercano tomarse un café para despejarla. El dueño del café la miro interrogando por la vagabunda. Sophie le ofreció dinero a cambio de información. Al ver el fajo de dinero que ella le señalaba, la lengua empezó a soltarse. Efectivamente vio a cuatro matones con un joven, después de pegarle la paliza, lo montaron en el coche y desaparecieron. Ella se acordaba en parte de la matricula, era uno de esos coches que poco frecuentaba aquel barrio, un mercedes y unos números y la M. Sophie investigo la matricula, era de la región de Marsella. Con estos nuevos datos fue de nuevo a la policía, esta vez el jefe de la brigada la recibió amablemente, diciéndole y dándole las gracias por la información. Cuatro días después recibe una llamada del jefe de la brigada. Encontraron a Danny en el puerto de Marsella drogado y perdido. Sophie cogió un vuelo hacia allí, junto al jefe de brigada, presentándose en la policía del puerto. Al verla Danny le abrazo fuertemente, temía que algo le hubiese pasado a ella. Le conto como después de la brutal paliza, le interrogaron sobre el supuesto dinero del furgón blindado robado en Paris. Viendo que el ignoraban quien lo había hecho, le pusieron una fuerte dosis de heroína y lo metieron en un conteiner. Por suerte la heroína no fue lo suficiente fuerte para matarlo, grito fuerte y los trabajadores del puerto lo sacaron en estado de shock. Le mostraron fotos de los delincuentes más buscados, Danny reconoció a dos de ellos. La policía se encargo del resto y todos fueron arrestados, incluyendo al delegado del ayuntamiento. Una vez terminado el interrogatorio los dejaron libres. Danny el cuerpo magullado, el rostro hinchado y amoratado cogió entre sus brazos a Sophie. La beso tiernamente murmurando, lo siento mi amor, lo siento…

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