Hoy estoy cerca de ti;
ofreciéndome a ti. Me brindas una sincera sonrisa reflejada en tus ojos. Esos
ojos negros que serán siempre mi vida, mi espacio. Soy cual un manojo de rosas
que se despliega en tus manos. Esas manos que acarician mi cuerpo dulcemente y,
esos suspiros, dulces notas musicales que me arrullan. Ese cuerpo que me
embriaga, que mi piel reclama cada noche y que tus labios recorren con ternura.
Esos dulces labios navegando sobre mi piel, marcando mi cuerpo con cada beso y,
en las noches de frio tú cuerpo junto al mío. Cuando los dos nos fundimos en
uno solo, olvidándonos de todo, y cuando
miro tus ojos en los míos veo estrellas brillantes y, un manto de ilusiones
recubre mi alma. Cada noche contigo es un sueño maravilloso, lleno de esperanzas. Esperanzas,
llenas de expectativas, escucharte, verte, sentir un deseo de consumo cuando te
acercas a mí y, me abrazas fuertemente. Tus brazos, me siento frágil y segura
al mismo tiempo cuando mis manos los acaricia, recorro cada rincón de ti
embriagada, apasionada. Me siento viva, porque tu piel y la mía saben de sus encuentros.
Encuentros llenos de pasión y, en cada respiro que absorbo están todas mis
metas, mis ilusiones, vivo en cada paso que das y en tus ojos veo el estado de
tu alma encantada. Aprieta mi mano, para saber que no es tan solo un sueño, abrázame
de nuevo y te diré cuanto te amo.
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