domingo, 12 de mayo de 2013

AMOR IMPOSIBLE II PARTE...



II PARTE…
¡Un líder! y estaba rodeado de bellezas femeninas. ¡Era un seductor nato!, algo mayor que ella, o quizá fue el bigote bien recortado que lucía orgulloso. Había una multitud de jóvenes ese día festejando el final de curso. A penas entro en aquella fiesta que, se le acerco para saludarla e informarse de donde era exactamente. Era un hombre seguro de sí mismo, pero sobre todo tan atractivo. No lo había visto antes entre los otros estudiantes de su entorno. Iñaki acudía a cursos por las tardes y durante el día trabajaba, según le indico él mismo. Después de la gala, la invito a tomar una última copa en un local de “Saint Germain de Prés” El local se encontraba abarrotado de gente y una orquesta de música de jazz tocaba a un ritmo endiablado. Allí se encontraba un tal “Chuck Berry” del cual no sabia en realidad quien era, hasta años después. Era la primera vez que escuchaba música de jazz y blues, quedando prendada de esa música del otro lado del “Atlántico”. Iñaki  le  hablaba  con entusiasmo del  país vasco, lleno de fervor por su tierra y de sus raíces, de su familia de agricultores. Hablaron de tantas cosas, que en aquella noche conocían la vida del otro como si fuese de toda la vida. Gloria, desconocía la región; había escuchado por sus padres la belleza de aquel lugar montañoso cerca de la frontera francesa. Después bailaron al ritmo de blues hasta altas horas de la madrugada. Les daba la impresión de conocerse en tan poco tiempo y, el “Filin” entre ellos fue mutuo. Como el metro abría sus puertas a las seis de la mañana; se acercaron rápido a la estación más cercana  dirigiéndose hacia el “Barrio Latino” Antes desayunaron  juntos en la cafetería  de “Chez Laure” cerca donde ella residía. Zumo de naranja y un croissant de mantequilla. Paris se despertaba de la noche y esa mañana  para los dos fue mágica. Gloria, compartía piso junto con otras estudiantes catalanas. Gloria, reconocía que el joven la dejo impresionada; sus ojos negros eran profundos donde podía leer en ellos el deseo. Muy elocuente, culto, alegre y ella se dejo llevar por su encanto varonil. Riéndose a carcajadas de la velada agradable que habían pasado y hablando de mil cosas. La verdad que junto a Iñaki el tiempo pasó volando. Cogidos de la mano pasearon por las calles de Paris. La ciudad le pareció aun más bella a su lado. ¡Paris, por algo es la capital del amor! Una vez que desayunaron, alcanzaron el portal del piso despidiéndose con un beso apasionado. Gloria, se dejo llevar por ese momento dulce, dándole las gracias por la noche  en su compañía, por el paseo a través de la ciudad y el desayuno. Después intercambiándose el teléfono de donde se alojaban cada cual Pasaron varios días; Gloria esperaba impaciente su llamada. Era vital para ella, verlo de nuevo y saber que no fue uno de sus sueños. Esa tarde la llamo invitándola a cenar en el barrio chino. Gloria se encontraba recogiendo parte de su ropa, pronto volvería a Barcelona. Gloria, bastante nerviosa por la llamada inesperada, acepto de inmediato, arreglándose elegantemente para la ocasión; deseaba a su vez impresionarlo. Era una chica menudita, cualquier cosa le sentaba de maravilla. Le encantaba la moda parisina; los perfumes de “Chanel”, la lencería fina, ya que por aquel entonces no se encontraba todavía en los comercios españoles. Esa noche, presentía que iba a ser muy importante para ella; dándose un toque de carmín rojo en sus labios carnosos que, seducían a los hombres. Iñaki al verla se exclamo de admiración, resaltando chispas en sus ojos penetrantes, ¡Gloria se sintió bella! Era la primera vez que acudía a un restaurante chino. El local era un encanto, mesas y sillas de caoba. Las paredes con cuadros de paisajes chinos, “bonsáis” por varios rincones y un diminuto jardín con una cascada en la entrada del restaurante. La cocina la sedujo agradablemente, a pesar de que fue incapaz de comer con palillos. La compañía de Iñaki era muy agradable,  más todavía que la noche del primer encuentro. Iñaki, se acerco a ella, respirando su perfume, iba ataviado elegantemente, una joven se acerco a ellos con una cesta de flores. Iñaki le compro un ramo de rosas ofreciéndolos a Gloria; ella quedo muda de la emoción. Iñaki, era un hombre detallista, un galante a la usanza antigua y, eso le gusto. El barrio chino con sus bazares, restaurantes y demás  le parecía irreal, era como encontrarse en Pekín. Había un bullicio de gente por las calles, puestos en las calles vendiendo comida china. A Gloria, todo le sorprendió por aquel barrio lleno de olores y colores. En el Restaurante “La Muraille de Chine” sirvieron la cena como si  fuese toda una ceremonia; un menú típico de China. El dueño saludo a Iñaki  amablemente y, dirigiéndose a ella con una sonrisa le dijo de estar encantado de conocerla. Se daba cuenta que Iñaki era un cliente habitual y eligió el mismo el menú para los dos. Pronto se lleno de gente y, aquella ceremonia sirviendo la comida le pareció toda una exquisitez. Después de cenar se acercaron en metro hasta el barrio bohemio de “Montmartre” En los alrededores de la basílica se encuentran muchos restaurantes, tiendas, había un ambiente muy especial en ese atardecer de junio. Mereció verdaderamente la pena dar un paseo por “Montmartre” para redescubrir el "Barrio de los Pintores" Uno de sus lugares favoritos, recordando que en tal calle había vivido un tal u otro famoso al día actual. Iba tarareando “La Bóheme” de “Charles Aznavour”, una bellísima canción que le ponían los pelos de gallina. Antes subieron con el Funicular hasta llegar a la Basílica del “Sagrado Corazón. Su acceso se encontraba muy cerca de la boca de metro “Anvers” hasta alcanzar lo alto del “El Sagrado Corazón” admirando desde lo alto la ciudad. Sobre la “Butte” o (colina), más abajo de la basílica se encuentran la place du “Tertre” y sus pintores. El barrio des “Abbesses”, lleno de miles de pequeñas  calles escarpadas, y al pie de la colina, el famoso “Moulin Rouge”. Bajaron  de nuevo hasta la derecha  del rio “Sena”  admirando algunas obras sobre la ciudad de Paris. Los cuadros pintados resaltaban, brillaban de mil colores. Echó un vistazo sobre algunos libros de segunda mano. Le encantaba la literatura francesa y adquirió varios libros por un precio módico, Iñaki insistió en regalárselos. Dieron un paseo en “ Bateaux” (barco) por el rio Sena cogidos de la mano y besándose tiernamente. Después cogieron el metro en “El Boulevard Barbés” que, la llevaría hasta la casa  donde ella se hospedaba. Gloria, le invito a tomar una última copa en el piso. Las demás estudiantes se encontraban fuera; era un viernes a la noche y seguro que estaban de fiesta, no se equivoco.

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