¡Caminamos por la
orilla del mar entrelazados! ¿Es un sueño que se hizo realidad?, cuando ya nada
esperaba del amor y de la vida. ¡Un sueño en mi vida que parece despertar de
una lejana promesa! La brisa del mar acaricia nuestros rostros; pongo todos mis
sentidos en estos mágicos momentos. Todo me parece nuevo, increíble la felicidad que me aporta. Me dejo
llevar por su risa alegre, sus labios que me besan y, no quiero perder un minuto
esos momentos. Su dulce y cálida voz llena de promesas, ¡la emoción me
aprisiona suavemente! Es un sentimiento único haber alcanzado este sueño de
amarnos y, veo la luz en sus ojos; despertando sentimientos de gozo, de
profundo amor compartido, donde abarca tantas esperanzas. Sentados en las
dunas, contemplamos el atardecer de un sol encendido de pasión, dejando que la
brisa del mar juegue con nuestra piel, escuchando el vaivén de las olas ¿pensamos?,
que la felicidad realmente existe. Observamos la profundidad del cielo azul y,
nos llena el corazón más allá de todo lo que se pueda imaginar. Pronto cae el
anochecer, la luna y las estrellas parecen brillar más que nunca. ¡Me abrazo fuertemente
a él fascinada! Me acurruco entre sus brazos y, me mecen sensaciones llenas de
ternura. Mis dedos buscan los suyos y hallan el calor de sus manos: se me queda
impregnado el olor de sus manos y yo me pierdo en la dulzura de sus labios.
Junto a él, me abarca la serenidad, la tranquilidad deseada y,¡ solo con su
presencia cubre todos mis deseos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario