Me encuentro sola ante
mi ordenador y, no sé por dónde empezar: me gustaría escribirte, pero se me
agotaron las ideas. He pensado en hablarte directamente, las palabras quedan
atrapadas como un nudo en mi garganta. También he pensado llamarte, temo no
obtener respuesta y, de paso me acobardo, que quizá no se te apetezca escucharme. ¿Me siento
perdida? Y no encuentro la respuesta. Pero finalmente te escribo una carta, que
al leerla luego tú decidirás. Solo deseaba pedirte perdón. A pesar que quizás
mis disculpas no sirvan de nada. Si te he dañado, nunca fue mi intención. Sabes
lo impulsiva que puedo ser, reconozco mi error: aunque sabes perfectamente que
nunca fue premeditado. Quizás te cause dolor, a cambio también he sufrido
bastante y, pienso no merecerlo.Mi cabeza esta atorada y, solo puedo
alimentarme de fantasías: recordar tus besos y tus abrazos. Rememorar los
momentos más hermosos y, sola en mi
alcoba me da escalofríos. En ella filtran los recuerdos y, no puedo conciliar
el sueño. Perdóname si no lo he hablado cuando estaba contigo, pero te juro que
nada podrá cambiar lo que siente mi corazón. No sabes la ilusión que tengo, de que vuelvas de nuevo junto a mí;
que todo fue un error. ¡Te diría una y otra vez cuanto te amo! He dudado de tu amor, lo sé, pero como negar
tal sentimiento si tú me hiciste sentir este temor de abandono y soledad no
hace mucho tiempo. Mi corazón está prisionero de tu mirada, de tus besos. No
quisiera que todo lo hermoso que compartimos, se esfume con el viento y, cuando
llegues a leer mi carta casi podrías oír mi llanto. Grito mi tristeza, grito
por mi pena de no tenerte junto a mí. ¿Que es lo que me hace atarme a ti de
esta manera?, simplemente un amor sincero. Te amo, ¿cómo negarlo? Y muero por
estar a tu lado y, mi corazón late a un ritmo acelerado. Finalmente, sin darme
cuenta las palabras han surgido del fondo de mi alma espontáneamente. Sigo
deseando tus besos y tus caricias; ¡te espero mi amor!, sabes que te amo
intensamente…
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