Me hablabas, mientras yo embelesada te escuchaba. ¡Qué
suerte tenerle cerca y, de amarlo tanto! Entonces hice marcha atrás en el
tiempo. El mundo se paro unos instantes, justo el tiempo de recordar no hace
tanto tiempo. Nuestro encuentro en los bancos del colegio a la hora del recreo;
íbamos siempre cogidos de la mano. Para alcanzarnos los años y, darnos cuenta
que no podíamos vivir separados. Nos amamos desde el primer instante, alzándose
sentimientos desconocidos. Ante todo fue su mirada clara la que me estremeció,
divisando en sus ojos el mismísimo cielo. ¡Lo recuerdas mi amor! Recuerdas nuestro
primer beso inocente, sabes entonces descubrí en ese dulce beso mi universo
soñado. Soñaba contigo, respiraba por tu amor, necesitaba amarte y sentirme
viva. Lagrimas de emociones recorrían por mi cuerpo al oír tu risa contagiosa. Era
un sentimiento puro, con palabras sinceras y llenas de amor. El tiempo no existía,
ni existía el final: nos mirábamos con ternura, para besarnos y amarnos con pasión
sin que el mundo se moviese, solo tú y yo. Todo era amor, deseaba tus besos,
que solo ellos aplacaban mi sed. Junto a ti la vida es de hermosos
colores. Ahora cuando me observas, tu mirada clara me sigue tranquilizando,
encontrando la paz necesitada. Veo la sonrisa en tus labios cuando juntos
recordamos lo vivido. Me hablas y tu voz me serena; ¡juntos hemos compartido
mil aventuras! Sabes mi amor, eres mi dulce despertar, mi sueño realizado. ¡Tú
me respondes sonriendo! Mi mundo son tus ojos, tus manos, tus labios, tu cuerpo;
¿estaré siempre en tus sueños? Estaré siempre ahí regalándote mi vida hasta que
la vida disponga de la mía ¿Sabes que mi vida eres tú?, que sin ti, no tiene
sentido.
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