François Joly, inventa
y sueña de los paisajes, mundos medio fantásticos, medio familiares, gente
vegetal, mineral, acuática o terrateniente donde hay que desalojar a veces
signos (jeroglíficos, mensajes) hábilmente disimulados.¡La lupa entonces no es
un lujo! ¿Engañifa? Sí, pero absteniéndose de reventar allí el suyo; jamás para
nada; siempre como un palmo de narices a esta realidad que, tal la pared donde
se da un golpe, a menudo es sólo una ilusión.
Todas las estrategias
son buenas cuando se trata de salvar su piel. François Joly es un dueño "
Paso muralla”. Sus telas son una sucesión de verdades falsas planas donde el
ojo yerra y se extravía. ¿La tercera, cuarta, quinta dimensión? No sabemos más…
¡Pasamos de uno al otro por artificios, ilusiones, escaleras imposibles Eisher!
Un juego deslumbrante y aturdidor de perspectivas.
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