Finales de abril; estoy invitada por mi hermana de
Barcelona al enlace de su hijo con una bellísima italiana. Tomo el avión rumbo
a Barcelona y, de allí salimos todos hacia Italia. Llegada con un poco de más
de dos horas a Pescara en el mar Adriático; dirección Penne, pueblo del siglo XII
a unos 40 kilómetros de Pescara. En el coche que nos llevaba hacia la casa
rural llamada (IL Pórtico)
Allí era donde nos alojamos toda la familia de España; se
encontraba a casi dos kilómetros donde se casaba mi sobrino. Desde el coche voy
con mi camera tomando fotos, descubriendo un paisaje precioso rodeado de montañas, con sus cumbres aun
nevadas. La casa rural era un lujo, alrededor lleno de flores y olivos, también
viñedos, donde reinaba una tranquilidad sorprendente. Por las mañanas, los
pájar nos despertaban trinando y, el olor a capuchino subía hasta las habitaciones. Era muy
curioso, cada habitación llevaba el nombre de algún pájaro. Al ser época baja, estábamos
solos en la casa rural. Pronto empezamos a familiarizarnos con el idioma italiano,
no teniendo mayores problemas para comprendernos, los dueños eran encantadores, y hablaban despacio para comprender mejor. Esa misma noche todos con
nuestros mejores galas, cenamos en un precioso restaurante junto a los más
allegados de la novia. Su familia nos acogieron encantados y, por suerte habia quien hablaba francés; personas de gran educación y clase.No falto la exquisita pasta por supuesto; la cena toda una exquisitez , quedando sorprendida agradablemente de la diversidad de la cocina italiana,regresando después hacia medianoche,
ya que la boda era al día siguiente.
Llego el día de la boda y todo transcurrió
agradablemente; una boda intima, romántica, preciosa, entre la familia de ambas
partes y amigos de infancia de la novia. Después de la ceremonia, tras echar el
tradicional arroz mezclado con pétalos de rosa; todos de nuevo fuimos donde se celebraba el almuerzo.En un restaurante frente al mar Adriático; en un lugar típico italiano
se celebro una comida excelente, degustando platos de la región y sobre todo
los mariscos y pescados de Pescara; brindando al final con champan por los
novios. Fue una boda de ensueño, en un lugar de ensueño, si realmente todo salió perfecto. Los novios siempre pendientes , de que no faltase de nada en nuestra mesa de la familia de España.
Dos días después, fuimos
a visitar Roma. Era uno de mis grandes sueños que se cumplió.En La Fontana de Trevi,echamos unas monedas pidiendo
volver de nuevo.Fue un viaje sensacional, donde el sol brillo a raudales y, la
experiencia fue única. Roma es grandiosa , a pesar del caos circulatorio que habia. Nosotros , nos montamos en un autobus turistico; bajando en los lugares más emblemáticos.Todos estabamos extasiados de semejante belleza... cúanto me gustaria volver de nuevo. Quedaron tantas cosas por ver; quizá vuelva al otoño junto a mi gran amiga y mi querida sobrina .
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