Ella es
tan alegre, divertida y mucho me rio
con sus ocurrencias, con sus vivencias llenas de cosas divertidas… y lo
más bonito compartimos los mismos gustos
por la música, el arte, los libros, la poesía. Viajamos a menudo de ciudad en ciudad, de pueblo en
pueblo, riéndonos hasta de nosotras mismas. En el 2010 fuimos hasta Praga y sus
alrededores. Era nuestro primer viaje las dos solas. Tuve la grandísima suerte
de ganar este viaje y allá que nos fuimos
a pesar del pánico que le tenía al avión, pero transcurrió el viaje sin
ningún problema .Admirando por la ventanilla del avión el paisaje desde arriba,
cuando pasamos por los Alpes, todo nevado, Italia, Berlín y finalmente la
ciudad de Praga. Pasamos antes unos días
en Barcelona en casa de mi sobrina y fue genial. Vive en Sitges, un pueblo
cercano a Barcelona, pueblo costero de una gran belleza, su pareja nos recibió
con los brazos abiertos, y juntos los cuatro visitamos pueblos preciosos donde
el paisaje, con ese azul del mediterráneo que aquí en nuestra ciudad no
tenemos. Pueblos sobre todo para el turismo, con sus casitas individuales.
Fuimos a Tarragona que desconocíamos, descubriendo el casco viejo, con un circo
del tiempo de los romanos, la verdad fueron unos días maravillosos junto a mi
familia. Vistamos la ciudad condal, las ramblas, la famosa Catedral de Gaudí y
un sinfín de cosas más. Algunos días después
cogimos el avión rumbo Praga…
Descubriendo desde el primer día una
Ciudad maravillosa. Con un patrimonio Histórico
de una gran riqueza impresionante. De arte allá donde tu mirada se
posaba. Nos quedamos impresionadas por la inmensa Catedral, junto al castillo
Karlos V, del cual se divisa de cualquier parte de la ciudad, ya que está en
las alturas dominando la ciudad. Las vidrieras de la Catedral enormes, de unos
colores espectaculares. Una de ellas, una roseta de diez metros de diámetro.
Las esculturas, las pinturas, todo nos parecía de ensueño. Estaba llena de
turistas de todas partes, con la suerte, que teníamos un guía español
explicándonos todo. De monumentos barrocos y sus casas pintadas de todos los
colores, llena de vida sus calles. A pesar del frescor de la mañana, el sol
irradiaba la belleza más todavía de esta
ciudad. Cenando en un típico restaurante checo donde la cerveza corría a flote
y escuchando los músicos del país en cada mesa con sus violines y acordeones.
Fueron cuatro días que no olvidaremos nunca. Paseando la última noche en barco
por el rio” Moldavia “mientras bajábamos por el rio recorriendo parte de su
ciudad iluminada de noche, y a pesar del frio subimos a popa, para poder
mejor divisar la ciudad .Una vez en
popa, íbamos escuchando en el mismo
barco la divina música de “Dvorak
“Bogando por el Moldavia”, Músico clásico de origen checo, fue algo fantástico,
por supuesto brindamos con una cerveza del país por nosotras y ese maravilloso
viaje. Fueron días intensos, llenos de magia, de descubrir semejante belleza y
felices de nuestra estancia. Yo con mi cámara no paraba de fotografiar, cada
rincón que pasábamos. Descubriendo de paso la pintura del artista checo (Mucha)
comprando algunas reproducciones del.
Marilo Dominguez.
16/05/2012.
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