miércoles, 16 de mayo de 2012

VIAJE A PRAGA...


Ella es  tan alegre, divertida y mucho me rio  con sus ocurrencias, con sus vivencias llenas de cosas divertidas… y lo más bonito  compartimos los mismos gustos por la música, el arte, los libros, la poesía. Viajamos  a menudo de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, riéndonos hasta de nosotras mismas. En el 2010 fuimos hasta Praga y sus alrededores. Era nuestro primer viaje las dos solas. Tuve la grandísima suerte de ganar este viaje y allá que nos fuimos  a pesar del pánico que le tenía al avión, pero transcurrió el viaje sin ningún problema .Admirando por la ventanilla del avión el paisaje desde arriba, cuando pasamos por los Alpes, todo nevado, Italia, Berlín y finalmente la ciudad de Praga.  Pasamos antes unos días en Barcelona en casa de mi sobrina y fue genial. Vive en Sitges, un pueblo cercano a Barcelona, pueblo costero de una gran belleza, su pareja nos recibió con los brazos abiertos, y juntos los cuatro visitamos pueblos preciosos donde el paisaje, con ese azul del mediterráneo que aquí en nuestra ciudad no tenemos. Pueblos sobre todo para el turismo, con sus casitas individuales. Fuimos a Tarragona que desconocíamos, descubriendo el casco viejo, con un circo del tiempo de los romanos, la verdad fueron unos días maravillosos junto a mi familia. Vistamos la ciudad condal, las ramblas, la famosa Catedral de Gaudí y un sinfín de cosas más. Algunos días después  cogimos el avión rumbo Praga…





 





Descubriendo desde el primer día una Ciudad maravillosa. Con un patrimonio Histórico  de una gran riqueza impresionante. De arte allá donde tu mirada se posaba. Nos quedamos impresionadas por la inmensa Catedral, junto al castillo Karlos V, del cual se divisa de cualquier parte de la ciudad, ya que está en las alturas dominando la ciudad. Las vidrieras de la Catedral enormes, de unos colores espectaculares. Una de ellas, una roseta de diez metros de diámetro. Las esculturas, las pinturas, todo nos parecía de ensueño. Estaba llena de turistas de todas partes, con la suerte, que teníamos un guía español explicándonos todo. De monumentos barrocos y sus casas pintadas de todos los colores, llena de vida sus calles. A pesar del frescor de la mañana, el sol irradiaba la belleza  más todavía de esta ciudad. Cenando en un típico restaurante checo donde la cerveza corría a flote y escuchando los músicos del país en cada mesa con sus violines y acordeones. Fueron cuatro días que no olvidaremos nunca. Paseando la última noche en barco por el rio” Moldavia “mientras bajábamos por el rio recorriendo parte de su ciudad  iluminada de noche, y  a pesar del frio subimos a popa, para poder mejor divisar  la ciudad .Una vez en popa, íbamos  escuchando en el mismo barco la divina  música de “Dvorak “Bogando por el Moldavia”, Músico clásico de origen checo, fue algo fantástico, por supuesto brindamos con una cerveza del país por nosotras y ese maravilloso viaje. Fueron días intensos, llenos de magia, de descubrir semejante belleza y felices de nuestra estancia. Yo con mi cámara no paraba de fotografiar, cada rincón que pasábamos. Descubriendo de paso la pintura del artista checo (Mucha) comprando algunas reproducciones del.
Marilo Dominguez.
16/05/2012.

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