Año 2008
Caminaba por la ciudad perdida, sin rumbo fijo. La noche era húmeda, lluviosa y sentía el frio penetrar en mi cuerpo. Me acerque hasta una cafetería y pedí un té bien caliente; mientras bebía a pequeños sorbos, pensé en lo que ocurría. Mi cuerpo a pesar de la bebida temblaba todavía; el camarero me interrogó si me encontraba bien, le dije que sí; no tenía ganas de dar explicación de lo ocurrido. Fui a los lavabos para lavarme las manos y me quede mirando aturdida en el espejo, mi rostro marcaba el dolor sentido; estaba desaliñada, parecía haberme escapado de algún lugar extraño. Refrescando mi rostro y recogiendo el pelo con horquillas salí de nuevo a la calle. Las campanas daban la medianoche, seguía lloviendo; subí el cuello de mi impermeable y seguí caminando sin prisa hacia mi casa. Nada, ni nadie me esperaban y sentí un enorme vacío. Al llegar a casa, había aroma de soledad; las luces estaban encendidas, seguramente con la prisa no las apagué. Tome una ducha bien caliente y eso me reconforto, pasando largo tiempo para aliviar la tensión; me puse un pijama y me fui a la cama; antes calenté un vaso de leche con miel para relajar el estrés. Ya en la cama, me puse a pensar en lo ocurrido. Ese día fatídico lo había pasado en la comisaria principal, ya que el día anterior denuncie la desaparición de mi ex marido; llámenlo como lo deseen, intuición, premonición etc.…Sabia que algo grave le pasaba, cada noche en sueño me llamaba llorando; a pesar de todo lo que ocurrió entre nosotros me deje guiar por el corazón y alerte la policía. Por supuesto me tomaron por loca, viendo la sonrisa en la comisura de los labios del policía que me atendió; sabia que se encontraba en peligro, el no me creyó. Mi intuición no se equivocaba… esta misma mañana el comisario principal me alerto de pasar por comisaria, pidiéndome disculpas una y otra vez; habían pasado por su casa. Nuestro hijo mayor de 40 años y drogodependiente del cual no tenía noticias vivía con su padre .Pidieron ver a mi ex marido; antes inspeccionaron la casa; había basuras acumuladas desde hacía mucho tiempo, un olor nauseabundo les hizo retroceder para atrás y lo único que faltaban eran las ratas; al llegar al dormitorio lo encontraron en una situación de extrema suciedad; sobre el lecho orinado, con heces en las sabanas; se encontraba desde hacía seis meses en la cama con unos dolores horribles debido a una cadera rota; el hijo lo dejo en esas condiciones dándole cuando se acordaba un bocadillo . Su extrema delgadez les sorprendió, parecía un muerto viviente, así me lo explicaron; con una barba de seis meses, el pelo largo y apenas voz. Le explicaron que yo los había alertado y se puso a llorar; lo sacaron en ambulancia dirección hospital, diez días más hubiese muerto, deshidratado, desnutrido y con una anemia impresionante; más con graves problemas cardiacos y una serie de cosas más adjuntadas a todo ello. Lo operaron de urgencia y hoy día a pesar de que una pierna la tiene más corta salió adelante. Antes paso una temporada en una residencia para recuperarse con ayuda psiquiátrica. Yo estaba desecha de dolor de saber tal situación. Nuestro hijo se hizo cargo los servicios sociales, dándose cuenta como se encontraba su mente enferma. Lo ingresaron en un hospital psiquiátrico, padece esquizofrenia debido a las drogas consumidas junto al alcohol. Fui a verlo al hospital y tanto me impresiono, que a la vuelta a casa empecé a delirar; mi psiquiatra me explicó que fue el pánico lo que se apodero de mí y que se disiparía. Cuando llegaba a casa deseaba morir; bajo consejo del médico deje de ir a verlo, lo llamaba por teléfono y era para escuchar una voz apenas audible por la medicación que le daban. Hoy día padezco una fibrilación auricular y algún síntomas más cardiaco, me dio una trombosis posterior a este drama; pero no hay medicación que cure mi alma. Este hijo empezó muy joven con las drogas, nada pude hacer y no quería escuchar mis consejos… hasta este fatídico día en el que todo se vino abajo. Sé que mis males físicos son todas las contenciones y amarguras a lo largo de muchos años, y hoy mi vida consiste en tomar fármacos para calmar la ansiedad que padezco.Pero con tesón saldré adelante ; la vida me dió , también me quito ,tantas veces cai y tantas otras levante . La vida es como una piramide , estás arriba y de pronto abajo. Gracias a la fe que tengo salgo adelante, son pruebas de la vida y tengo que aceptarlas lo mejor posible.
Caminaba por la ciudad perdida, sin rumbo fijo. La noche era húmeda, lluviosa y sentía el frio penetrar en mi cuerpo. Me acerque hasta una cafetería y pedí un té bien caliente; mientras bebía a pequeños sorbos, pensé en lo que ocurría. Mi cuerpo a pesar de la bebida temblaba todavía; el camarero me interrogó si me encontraba bien, le dije que sí; no tenía ganas de dar explicación de lo ocurrido. Fui a los lavabos para lavarme las manos y me quede mirando aturdida en el espejo, mi rostro marcaba el dolor sentido; estaba desaliñada, parecía haberme escapado de algún lugar extraño. Refrescando mi rostro y recogiendo el pelo con horquillas salí de nuevo a la calle. Las campanas daban la medianoche, seguía lloviendo; subí el cuello de mi impermeable y seguí caminando sin prisa hacia mi casa. Nada, ni nadie me esperaban y sentí un enorme vacío. Al llegar a casa, había aroma de soledad; las luces estaban encendidas, seguramente con la prisa no las apagué. Tome una ducha bien caliente y eso me reconforto, pasando largo tiempo para aliviar la tensión; me puse un pijama y me fui a la cama; antes calenté un vaso de leche con miel para relajar el estrés. Ya en la cama, me puse a pensar en lo ocurrido. Ese día fatídico lo había pasado en la comisaria principal, ya que el día anterior denuncie la desaparición de mi ex marido; llámenlo como lo deseen, intuición, premonición etc.…Sabia que algo grave le pasaba, cada noche en sueño me llamaba llorando; a pesar de todo lo que ocurrió entre nosotros me deje guiar por el corazón y alerte la policía. Por supuesto me tomaron por loca, viendo la sonrisa en la comisura de los labios del policía que me atendió; sabia que se encontraba en peligro, el no me creyó. Mi intuición no se equivocaba… esta misma mañana el comisario principal me alerto de pasar por comisaria, pidiéndome disculpas una y otra vez; habían pasado por su casa. Nuestro hijo mayor de 40 años y drogodependiente del cual no tenía noticias vivía con su padre .Pidieron ver a mi ex marido; antes inspeccionaron la casa; había basuras acumuladas desde hacía mucho tiempo, un olor nauseabundo les hizo retroceder para atrás y lo único que faltaban eran las ratas; al llegar al dormitorio lo encontraron en una situación de extrema suciedad; sobre el lecho orinado, con heces en las sabanas; se encontraba desde hacía seis meses en la cama con unos dolores horribles debido a una cadera rota; el hijo lo dejo en esas condiciones dándole cuando se acordaba un bocadillo . Su extrema delgadez les sorprendió, parecía un muerto viviente, así me lo explicaron; con una barba de seis meses, el pelo largo y apenas voz. Le explicaron que yo los había alertado y se puso a llorar; lo sacaron en ambulancia dirección hospital, diez días más hubiese muerto, deshidratado, desnutrido y con una anemia impresionante; más con graves problemas cardiacos y una serie de cosas más adjuntadas a todo ello. Lo operaron de urgencia y hoy día a pesar de que una pierna la tiene más corta salió adelante. Antes paso una temporada en una residencia para recuperarse con ayuda psiquiátrica. Yo estaba desecha de dolor de saber tal situación. Nuestro hijo se hizo cargo los servicios sociales, dándose cuenta como se encontraba su mente enferma. Lo ingresaron en un hospital psiquiátrico, padece esquizofrenia debido a las drogas consumidas junto al alcohol. Fui a verlo al hospital y tanto me impresiono, que a la vuelta a casa empecé a delirar; mi psiquiatra me explicó que fue el pánico lo que se apodero de mí y que se disiparía. Cuando llegaba a casa deseaba morir; bajo consejo del médico deje de ir a verlo, lo llamaba por teléfono y era para escuchar una voz apenas audible por la medicación que le daban. Hoy día padezco una fibrilación auricular y algún síntomas más cardiaco, me dio una trombosis posterior a este drama; pero no hay medicación que cure mi alma. Este hijo empezó muy joven con las drogas, nada pude hacer y no quería escuchar mis consejos… hasta este fatídico día en el que todo se vino abajo. Sé que mis males físicos son todas las contenciones y amarguras a lo largo de muchos años, y hoy mi vida consiste en tomar fármacos para calmar la ansiedad que padezco.Pero con tesón saldré adelante ; la vida me dió , también me quito ,tantas veces cai y tantas otras levante . La vida es como una piramide , estás arriba y de pronto abajo. Gracias a la fe que tengo salgo adelante, son pruebas de la vida y tengo que aceptarlas lo mejor posible.
Marilo Dominguez.
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