Soy como soy,
qué puedo hacer si esto me hace feliz.
¡Qué puede importaros
lo que me sucede si me gusta a mí ¡
Impulsiva, salvaje, siempre amando
como los niños cuando aman.
Entrego mi cuerpo sediento sabiendo
que también me aman.
Cada mañana despierto riéndome
en los brazos del que comparte
mi vida y mi cama.
Me ama tiernamente…
soy su canto, su poesía,
su piel, el aire que respira.
Besándome tiernamente
recorriendo lugares que me estremecen,
el deseo apasionado
sube de cien grados.
Cuando sus manos expertas,
acarician mis senos blancos
de pezones dorados,
suben como espuma blanca.
Mis dedos dibujan sus labios,
los míos desean alcanzar
locamente sus cumbres altas.
Después envuelta bajo las
sabanas perfumadas
de una noche apasionada,
como una gatita caprichosa me acurruco
y me duermo en sus brazos.
Soy como soy,
qué puedo hacer si esto me hace feliz,
¡qué puede importaros lo que me sucede
si yo soy así!
qué puedo hacer si esto me hace feliz.
¡Qué puede importaros
lo que me sucede si me gusta a mí ¡
Impulsiva, salvaje, siempre amando
como los niños cuando aman.
Entrego mi cuerpo sediento sabiendo
que también me aman.
Cada mañana despierto riéndome
en los brazos del que comparte
mi vida y mi cama.
Me ama tiernamente…
soy su canto, su poesía,
su piel, el aire que respira.
Besándome tiernamente
recorriendo lugares que me estremecen,
el deseo apasionado
sube de cien grados.
Cuando sus manos expertas,
acarician mis senos blancos
de pezones dorados,
suben como espuma blanca.
Mis dedos dibujan sus labios,
los míos desean alcanzar
locamente sus cumbres altas.
Después envuelta bajo las
sabanas perfumadas
de una noche apasionada,
como una gatita caprichosa me acurruco
y me duermo en sus brazos.
Soy como soy,
qué puedo hacer si esto me hace feliz,
¡qué puede importaros lo que me sucede
si yo soy así!
Marilo Dominguez.
16/05/2012.
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