jueves, 5 de abril de 2012

RECUERDOS DEL AYER...


Sentada en el banco fuera en mi jardín, me  tomo un momento de silencio, instante  dulce. A mí alrededor observo la madre naturaleza, escucho el trinar de los pájaros  y los veo volar de rama en rama. Todo a mi alrededor me parece tan maravilloso, incluso observando  el humo de las chimeneas que suben hacia el cielo Mis nietos duermen plácidamente, como el tiempo ha pasado. Qué suerte la mía de tenerlos y, de quererles tanto. Recuerdo la primavera de mis jóvenes años. Cuando por primera vez  fui madre, aquella emoción imposible de describir, sus risas, sus llantos, su primera comunión reuniendo a toda la familia… y como el tiempo transcurrió casi sin darme cuenta. Me dieron el coraje suficiente de seguir luchando por la vida, a pesar de algunos desengaños. Sus primeros amores, yo era la amiga, la confidente de sus secretos, ellas se sienten tan a gusto a mi lado. Me dicen ser muy abierta y de   tener un dialogo, un trato tan cariñoso que con sus padres no consiguieron  .Hoy día felizmente casados y padres a su vez. Yo hoy día mayor y con el pelo blanco, pero en mi corazón hay tantísimo amor, por lo  pasado, por el presente, por todo lo que la vida me ha aportado. Doy gracias a Dios de haber generado vida; cuando contemplo sus rostros de ángeles, sus ojos azules, al igual que mis hijos adorados ; me estremezco al recordarlos , me emocionan tanto. Cuándo despierten los cogeré dulcemente entre mis brazos ; contándole una bonita historia, sacando el álbum familiar con sus  antepasados, sus  abuelos, tíos y primos, sin olvidar sus padres en cada circunstancia .Les contare mi feliz infancia, mi madre adorada, ella me besaba tiernamente dándome las gracias cuando le ofrecía una flor. Las bodas de oro de sus bisabuelos que seguro habrán olvidado, eran tan pequeños. Mis jóvenes años y el encuentro seguido de la  boda con el abuelo; el nacimiento de sus padres, lo que aquello significo para mi, eran mi vida, mi alegría ; creciendo fuertes en la verde campiña donde habitábamos, con el fin que lo recuerden siempre en sus memorias y, cuando pasen los años,   que ellos  lo transmitan  a su descendencia, como  hicieron mis queridos abuelos a su vez con una servidora.
Marilo Dominguez.
05/04/2012

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