La vida fluye como un rio
triste, dulce y amargo a la vez.
Me lance en el turbulento rio
de la vida...sin saber cómo nadar,
arrastrándome las corrientes
hasta al ancho e inmenso mar.
Baje a las profundidades
de mi alma herida,
deseaba encontrar una salida,
de mi infortunada vida,
de mi infancia robada, mi juventud perdida.
Mis primaveras sin flores,
los veranos de lluvia
parte de mi vida sin poderlo superar,
pero al final del camino, hoy
en el otoño de mi vida,
las aguas volvieron,
de nuevo a ser limpias, cristalinas.
Hoy me lanzo de nuevo, sabiendo nadar,
y sin miedo a naufragar, aunque el rio
desemboque en el inmenso mar.
triste, dulce y amargo a la vez.
Me lance en el turbulento rio
de la vida...sin saber cómo nadar,
arrastrándome las corrientes
hasta al ancho e inmenso mar.
Baje a las profundidades
de mi alma herida,
deseaba encontrar una salida,
de mi infortunada vida,
de mi infancia robada, mi juventud perdida.
Mis primaveras sin flores,
los veranos de lluvia
parte de mi vida sin poderlo superar,
pero al final del camino, hoy
en el otoño de mi vida,
las aguas volvieron,
de nuevo a ser limpias, cristalinas.
Hoy me lanzo de nuevo, sabiendo nadar,
y sin miedo a naufragar, aunque el rio
desemboque en el inmenso mar.
Marilo Dominguez.
06/04/2012.
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