sábado, 16 de febrero de 2013

MIS VIAJES A TRAVES DE FRANCIA I PARTE...

 SAGRADO CORAZÓN-PARIS

¡Mi pasión por los viajes, viene desde mi niñez! Entonces no había medios, pero con la imaginación viajaba a cualquier parte. Mis lugares favoritos, según mis lecturas: sin duda me sentía atraída por las grandes civilizaciones. Me sentía fascinada por la egipcia con sus enormes pirámides. Roma, Grecia con sus leyendas de Dioses y diosas. Del otro lado del Atlántico las civilizaciones maya, azteca, los incas y sobre todo Perú con  Machu-Pichu, México y el Amazonas, sil olvidar el Continente Africano. ¡Soñaba que una vez alcanzada la edad adulta mis sueños se cumplirían! Ciertos lugares a estas alturas están descartados por mi frágil salud y, me conformo con los maravillosos documentales que pasan en televisión. ¡Mi primer viaje fuera de España fue Francia! Allí conociendo en un viaje de placer al que fuese mi esposo, pasando más de treinta años viviendo en “El Valle del Loira” Una hermosa campiña donde abundaba la caza y la pesca. Lo más espectacular, era que estaba rodeada de hermosos castillos de ensueño. Los visitaba año tras año, aprendiendo tanto sobre la historia de aquel país. Tuve la suerte de viajar por varias regiones francesas, a cada cual más bella, pero mis viajes al extranjero nunca se cumplieron y, yo seguía soñando. Pensaba que quizás al crecer mis hijos lo haría, no se cumplieron, pero a cambio sí, que viaje por casi toda Francia ¿Cómo puede imaginarse? Visite en primer lugar Paris, cogida de la mano del entonces novio, recorríamos la ciudad entusiasmada de tal descubrimiento y, de la cual sigo enamorada. En los años 60, todo era muy típico, muy parisino y con mucho glamur. Quede prendada de “Montmartre”, situado a la derecha del rio Sena, en lo alto podías admirar la cúpula formada por una cruz en forma griega. Allí se encontraba el Sagrado Corazón, donde dominabas la ciudad. Su arquitectura romana y bizantina .Situado a los pies de “Monmartre”,  la Plaza de “Tertre”, lugar de encuentro de  sus pintores, exponiendo sus obras. En aquella época era el barrio bohemio, donde convivían artistas, poetas, escritores. Más abajo el barrio de “Abbesses”, con sus calles escarpadas y, cerca el famoso “Moulin Rouge”. Navegar por El Sena y admirar sus puentes, sin olvidar la Catedral de Notre Dame. El Barrio Latino, Pigalle, Trocadero y la Torre Eifel, Campos Elíseos etc.  ¿Vamos? ¡Qué Paris era algo espectacular para una joven recién llegada de la España franquista! Todo me sorprendió, el ambiente relajado, el buen vivir, la libertad de expresión etc. ¡Podría seguir contando y pasarían días contando los rincones de la ciudad del amor! La última vez que fui, no encontré aquello que tanto me subyugo en los años 60, es decir la esencia parisina. Hoy es una ciudad cosmopolita y multirracial. Creo que la populación se ha enriquecido con la diversidad de culturas, perdiendo a cambio su propia esencia. Como decía el cantante “Aznavour” <<no reconocía las calles de mi juventud, todo me pareció triste y gris>>. En aquella época podías adquirir un libro en alguna librería del siglo diecinueve. Comprar en una tienda típica de comestibles del barrio, donde encontrabas de todo y, donde te servían con una amabilidad increíble. Desayunar un café con leche con un “croisant” recién hecho y, aquello era divino, o la típica baguette, pan recién horneado con jamón y mantequilla. ¿Con esto no quiero dejar  duda alguna? << No soy racista>>, ni muchísimo menos, pero todo había cambiado y,  las tiendas desaparecidas, en su lugar dejaron paso a otras, árabes, chinas, turcas etc. Por eso mi desencanto al no reconocer las calles y tiendas que me maravillaron, dejando huella en mi mente.  He viajado  del norte al sur, de este al oeste. Hoy puedo decir que Francia es un hermoso jardín, con sus tradiciones, su rico patrimonio artístico y, la diversidad de sus parajes como algo espectacular y mágico. “La Normandie” “La Bretagne”etc....

GARGANTAS DEL TARN
“La Lózere”, una región montañosa y muy cerca  “Les Gorges du Tarn”. Se llama así por el rio que atraviesa al pie de las montañas. En “La Lózere” es como si el tiempo no hubiese transcurrido. Sus pequeñas ciudades medievales, sus casas pintorescas de piedra y sus parajes, nos dejaron impresionados. Allí se respiraba una paz, una tranquilidad profunda Sus paisajes  impresionante, vertiginosos según bajabas el rio en canoa, mirabas hacia arriba y no veías el final de la montaña. En realidad sus acantilados, las vastas estepas, todo era grandioso Visitar las Gargantas del río Tarn con un barquero constituye una visita guiada de un centro natural. Se asemeja a una exposición o a un museo en pleno sol, en donde podíamos compartir un momento inigualable en un marco excepcional. En la zona más bonita de las Gargantas del Tarn, en el pueblo de la Malène, los barqueros te ofrecen entre los meses de abril y octubre, un paseo de 8 kilómetros a lo largo de una hora aproximadamente.  Realizar una escapada en barca por un río es raro. Visitar las Gargantas del río Tarn en barca es optar por la herramienta más adaptada al descubrimiento de un cañón, pero aquí, se trata de mucho más… Hace ciento cincuenta años, los primeros turistas exploradores solicitaron a los habitantes de la zona la autorización para poder subir a las barcas e ir aún más lejos. Realizar el descenso del río hasta los grandes acantilados (los estrechos) que tan sólo podemos ver desde la barca. Este fue el nacimiento del descenso en barca turística. ¡Fue realmente otra escapada en la cual junto a mis hijos disfrutamos tanto! 


 MONT SAINT MICHEL

Otro de los lugares que me dejo impresionada fue “El Monte Saint Michel” en la baja “Normandia”. Situado sobre un promontorio rocoso, en una isla mareal del estuario del rio “Couesnon”. La arquitectura, algo prodigioso, una estatua enorme del “Arcangel Saint Michel” en la cumbre de la Iglesia románica, su coro es gótico y,  se erige como una piramide a 170 metros de la orilla, su casco histórico es igualmente impresionante. Sus mareas son espectaculares y rápidas haciendo de este lugar una fortaleza. Hoy día se puede acceder a la Abadía por carretera. Uno de los grandes atractivos, son las leyendas que recorren esta isla, desde tiempos lejanos. ¡Pero por hoy les dejo soñando a su vez sobre este país maravilloso! ¡En un próximo relato seguiré contándoles mis experiencias viajeras!

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