lunes, 1 de abril de 2013

LA RELACIÓN ENTRE VECINOS...

Ayer domingo estaba viendo en televisión “El club de la comedia” Basado en monólogos basados sobre la vida cotidiana y todo lo que nos rodea, contado con mucho humor, incluso con ironía. Uno de esos monólogos me llamo mucho la atención. El tema “La relación entre vecinos” Estaba por supuesto contado con tantísimo humor, me identificaba totalmente con el monologo; pero es una mera realidad tan triste. Es verdad que todo ha cambiado mucho… Hoy, por desgracia a ¿quién le importa el vecino?  Si tú vives a cien por hora y no tienes tan siquiera tiempo para ti misma. Llevo varios años viviendo en la misma urbanización, ni tan siquiera conozco a mis vecinos, salvo la vecina de al lado de mi puerta que es un encanto de mujer. Te cruzas en las escaleras y saludo, ellos apenas te saludan y, los pocos que te saludan cuando pasas por la calle te ignoran. Luego está la reunión anual de junta de vecinos ¿qué ironía? Te dicen hola amablemente como si te conociesen perfectamente, una vez terminado… ¿hasta el año que viene el próximo saludo? Antes nos conocíamos todos: de niños jugábamos en el barrio; de vez en cuando alguna vecina  pedía un poco de sal a mi madre, al mismo tiempo le invitaba a un café. Estoy de acuerdo que antes muchos metían las narices en tu casa, para saber lo que se cocía en casa y contar a tus espaldas los dimes y diretes. Pero es que hemos pasado de un extremo al otro en unos años. Hoy, fallece alguien y no te enteras; a menudo veo la ambulancia cerca de mi portal, no sé el motivo, tampoco quien es. Hay personas mayores que viven solas, casi nadie se preocupa de ellos. Sin ir más lejos, un día en el piso de arriba había una señora mayor que se le iba la cabeza: la encontré en el suelo no hace tanto tiempo. Llamamos a la hija por teléfono para enterarnos que en realidad padecía de alzhéimer y la hija la metió en una residencia. Ella no podía hacerse cargo debido a las secuelas que le dejaron un accidente. En realidad a mí tampoco me gusta meterme en la vida de nadie y viceversa; pero tener algo de cortesía y ser amable ¿cuesta tan poco? Cada vez la gente es más desconfiada, más fría, introvertida y sobre todo individualista. Mi opinión, hemos mejorado nuestra calidad de vida, a cambio hemos perdido todo en el camino. ¿Mira? Cada vez que voy en autobús constato lo siguiente: me subo y saludo siempre al chofer, pues bien, rara es la vez que te contesta. Vas a una tienda pasa exactamente lo mismo , si bien que me canso de saludar sin obtener respuesta y, finalmente hago lo mismo que los demás.¿Fíjate hasta qué punto?, desde que vivo aquí tan solo me saludan cuatro personas creándose una estrecha amistad entre nosotras basado en el respeto ante todo. Es un placer hablar de cualquier cosa, es tan importante las relaciones sociales en estos tiempos revueltos y ser una piña entre vecinos; pero con los demás ya he decidido por pasar de largo a pesar de vernos a diario. Esto es una urbanización a las afueras de nuestra ciudad, para desplazarte queda el autobús. Muchos dejan los hijos en el autocar que los lleva al colegio, luego se sientan en la cafetería de la plaza: tú puedes pasar cincuenta veces y nadie se inmuta. Te encuentras con las mismas y ni tan siquiera recibes un hola. Esto me desconcierta después de haber vivido tantos años en Francia, donde todos me saludaban y viceversa cuando una servidora iba en bicicleta a trabajar que, luego al volver de nuevo aquí me pareció tan extraño que las personas se comporten de esta manera, lo peor es que una se comporta finalmente como todo el mundo ¿Qué tristeza?  

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