Un regalo ante mis
ojos; oh, quedo maravillada por la delicada
belleza de las flores. Qué alegre es la primavera ¿mira la tulipa? como se abre
al cálido sol, ¿observa?, la mariposa de colores revoloteando. Los pájaros que
trinan alegres; me paro unos instantes y me subyuga su canto. Y las praderas se
llenan de vida y de color. Por aquí y por allá se afanan las hormigas y las
abejas. Todo se torna cálido, hermoso; ¡ah que bella es la naturaleza! Con el
sol que nos ilumina cada día más, salgo a pasear en medio del bosque. Sentir a
cada paso el olor de cada árbol y poderlo abrazar. El laurel que floreció hermoso y perfumado, el
cerezo con sus flores blancas inmaculadas y, un poco más allá el almendro en
flor magnifico, majestuoso. Siento un dulce vértigo respirando esos perfumes delicados;
observo todo su esplendor posando la mirada y soñando a la vez. El cielo está vestido de
azul, el atardecer de tonos delicados: dando paso después al esplendor de la luna.
La brisa matinal acaricia las flores y su perfume llega hasta mi alcoba. No queda ninguna
duda; la primavera ha ahuyentado al gélido
y lluvioso invierno; el sol brilla de nuevo. El corazón va alegre caminando.Oh, desde
mi ventana observo un arco iris entre una fina lluvia en lo alto del horizonte. Todo reverdece con el sol
y la lluvia fresca, y mi jardín suspirará de felicidad de colores
exaltantes. Con los rayos del sol renacerá la vida, recostada en mi hamaca me
invadirá como cada primavera una sonrisa interior. El paisaje ante mí es como un dulce sueño en colores.
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