jueves, 17 de enero de 2013

SUEÑO.... REALIDAD...


En esta última semana que estuve en cama con fiebre; pasaban las horas sumida en un  sueño raro, debido a la fiebre tan alta. Era tan real el sueño que, por momentos creía encontrarme de nuevo en cada etapa de mi vida. Lo que más me preocupaba, era el miedo en el que vivía pendiente de mis hijos. No sé el motivo, mis hijos pasaron su infancia en una hermosa campiña, donde no había gran riesgo; salvo alguna caída en bicicleta. Yo, me veía tan joven, es verdad que no aparentaba la edad, y con 26 años era madre de tres hijos. Los observaba jugando, peleándose en el jardín de casa. Yo, desde la ventana tratando de calmarlos, al igual que lo hacía en esa época casi recién casada. Los veía tan niños, también es verdad que vivía sobresaltada que, algo ocurriese. Eran niños inquietos y las trastadas eran frecuentes, pero siempre se resolvían bajo mi autoridad. Para después de esto, regresar a mi infancia junto a mi madre. De nuevo, viendo en mí sueño cada día el atardecer, y esperando ansiosa su llegada del trabajo. Era al igual que una película que desfilaba ante mí. Quería despertar y, no podía, deseaba levantarme, tampoco: la fiebre seguía su curso y los sueños también. ¡Viendo como pasaba por cada rincón donde acostumbraba a ir, mi paseo favorito!, la subida hacia el barrio del “Albaicín” ¡recorría el camino en silencio, respirando el aroma de las flores colgadas en los balcones!, hasta llegar a la cumbre del barrio. Me escondía tras los arboles, para ver jugar a los demás niños; era una gran tímida que, se sonrojaba a la más mínima. Para luego verme adolescente y seguir igual de tímida. Muy joven, empecé a trabajar en una librería muy conocida de la ciudad. Me veía entre los libros devorándolos con la mirada; mis jefes y las otras dependientas charlando. Junto a mis amigas y, nuestros primeros amores, viendo situaciones divertidas y riendo a carcajadas por los chistes contados. En definitiva me encontraba a las puertas de mi pasado lejano en esos sueños y fue curioso de verdad. En situaciones de estrés viendo a mamá, cogiéndome de la mano y tranquilizarme; incluso en uno de los últimos sueños, a pesar de que no estoy segura si lo fue, o era realidad, podía sentir su aroma, el calor de su cuerpo junto al mío ¡Mamá cogiéndome en brazos en la cama! Diciéndome que venía a cuidar de mi, al igual que cuando era niña. Con la mano debajo de mi cabeza y con la otra abrazándome fuerte; una gran sonrisa en sus labios. La dulce sensación que sentía era enorme. ¡Cuando quise darme la vuelta y, agradecérselo, había desaparecido; pero lo curioso de esto es que seguía después respirando todavía su aroma! Sueño, realidad, no tengo explicación todavía; pero este viaje al pasado ha levantado en mi tantísimas emociones, casi olvidadas. Es curioso que a veces no recuerdes lo que hiciste ayer, sin embargo en mis sueños el pasado volvió una y otra vez. Salvo la preocupación por mis niños, realmente fue hermoso volver atrás y recordar tantas emociones compartidas, y sobre todo volver de nuevo junto con mi madre, tan joven y bella, tal como era ella. Me he sentido como antaño una niña entre sus brazos; añoranza, tal vez .Mamá era mi amiga, mi confidente, mi terapeuta. Tengo en mi corazón tantas experiencias gravadas que, no es sorprendente que haya aparecido en mis sueños; tal como la todavía la recuerdo.    


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