Ayer domingo, me quede viendo en la tele el debate al “Rojo
Vivo” Y viendo con impotencia como nuestro país se encuentra en el gran caos, con
toda clase de gente que roba dinero público, para enriquecerse a cuenta de los
ciudadanos. Pensaba una y otra vez en todos los ladrones de guante blanco; es
posible que existan personas tan exentas de ética, de moral que, nos manipulen
de esta forma, nos roben y más en la crisis actual en la que se encuentra el país.
Recortes y más recortes en todas partes y, ¿quién lo paga… el que menos tiene?
Tan indiferentes son al drama en el cual nuestro país está sumergido, o acaso soy
yo la loca. Porque esta historia es para volverse locos ¿Cabe creer que en este
mundo sin alma no haya sentimientos? ¿Que solo los ricos tienen derecho a vivir?
Es lastimosa la indiferencia de estos mangantes, estos chorizos que han hundido
el país. Una vez terminado el debate, apague el televisor
aturdida, entristecida de semejante chaparrón que nos llega; donde tiembla
nuestra democracia y, donde la impotencia se adueña de una indudablemente. ¿Como
vamos a creer en los políticos? Si ellos
no dan el ejemplo y, tratan de que esta historia no los salpiques demasiado
diciendo que tal persona no estaba en el PP desde 2009. Sabiendo que hasta este
último miércoles tenía su despacho en la sede de ellos. Quiero, deseo creer que
todos los políticos no sean iguales; pero estamos viendo últimamente algo
descomunal, algo que nos supera al ciudadano de a pie, y esto me entristece .No
soy ninguna experta en política, hace años que no me interesa, a pesar de ser
de izquierdas. Fui una trabajadora nata, votando religiosamente a cada vez que
era necesario; hoy te das cuenta que, seas de izquierda, de centro, o derechas
sigue todo igual, que para merecer una pequeña jubilación ¿Cuánto hemos tenido
que trabajar? Luchando constantemente con mi voto para que, las cosas cambiaran
algún día. De hecho, al igual que muchísimos españoles, hemos creído en ello.
Pero veo, oigo cosas injustas y, eso me vuelca el corazón de tal forma; es
injusto que, después de tantos años de dictadura, estemos como estamos. Siempre
hubo corruptos y seguirán, pero hemos llegado a tal punto que da asco. Recordaba a mi padre ya fallecido, si volviese
a nacer se moriría de nuevo. Luchó sin tregua, costándole casi la muerte por
unas ideas socialistas, basadas por el Socialismo Popular que promulgaba en la
abolición de la explotación del hombre por el hombre y la desaparición consecuencial
de los antagonismos, de clases. Ha llegado el momento de hacer una política en
la que a los trabajadores dueños de los medios fundamentales de producción y
comunicación, para que el valor creado con su esfuerzo laborioso revierta
efectivamente en el constante mejoramiento de la calidad de su vida, haciéndola
más plena tanto material como culturalmente. Necesitamos urgentemente alguien
que ponga al hombre mismo en su integridad como ser humano en el centro del
desarrollo económico y social, garantizándole a la vez la satisfacción de sus
necesidades materiales, el goce de su libertad individual, su dignidad personal
y el cabal ejercicio democrático en las decisiones de poder. Hacen falta nuevos
políticos, sangre joven y nueva que se afinquen en las tradiciones históricas y
en las raíces culturales de España, a la vez que se alimente de la experiencia del
momento. Estoy convencida en la necesidad urgente que tiene nuestro País, de
crear su destino para hallar el camino a la solución de sus necesidades, sin
que nadie nos dicte lo que debemos hacer; es decir un País, dueño de sí mismo
que tome sus responsabilidades políticas en mano.
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