sábado, 3 de noviembre de 2012

RELAJACIÓN GENERAL...






“Acuérdate de conservar en los acontecimientos graves la mente serena “






Para conseguir una relajación profunda: elija un lugar tranquilo, ventilado y en el que no pueda entrar nadie de improviso. Respeto al ruido, si los sonidos son familiares, bien conocidos, no hay problema porque conseguirá aislarse de ellos.

Póngase tumbado boca arriba, con los pies ligeramente separados, los brazos a lo largo del tronco, las manos relajadas y la cabeza suelta, inclinándose de manera natural. No ponga almohadones ni colchones debajo de su cuerpo.
La boca suelta, semiabierta, los ojos semicerrados y la mente concentrada en relajar el cuerpo. Haga tres respiraciones profundas y completas.   Suspira profundamente emitiendo un sonido de alivio en la medida en que expulsas el aire. Toma conciencia del estado de relajación que te induce. Con cada expiración imagina como se van y desaparecen todas las tensiones.  Con cada inspiración imagina como te vas llenando de paz y tranquilidad.

Cada vez que saque el aire de sus pulmones afloje un músculo, hasta conseguir relajar todos. Concéntrese entonces en lograr no sentir ninguna parte de su cuerpo, como si su alma hubiera salido flotando de él.  Con cada inspiración, imagina que entra en tus pulmones entra una gran cantidad de energía que queda almacenada en tu plexo solar. Al expirar imagina como esa energía fluye a grandes   raudales por todas las partes de tu cuerpo. (Puedes centrar esa energía en las zonas especialmente tensas, débiles o enfermas de tu cuerpo).

Cuando consiga todo lo anterior, sitúe su mente solamente en la respiración y trate de lograrla cada vez más lenta y profunda. Si ya cree que ha conseguido dominar totalmente su cuerpo deberá ahora guiar sus pensamientos, al principio solamente observando las imágenes que acuden a su mente, sin analizarlas.

Ahora es el momento de vaciar sus pensamientos, de que se haga el silencio en su mente y que sus emociones no existan, ni siquiera las buenas Si ha conseguido todo lo anterior, también conseguirá aislarse tanto del exterior que ya no perciba sonido alguno y ni siquiera la luz entre en sus ojos. La oscuridad y el silencio más absoluto llegarán en ese momento y si su experiencia es muy alta conseguirá integrarse con el universo.
Extraído del libro <La Relajación Anti Estrés> de P. Agusti.

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