Reconozco que, nunca fui una mujer con mucha capacidad para expresar sus sentimientos, a pesar de que, mi corazón era mantequilla derretida.- ¿Pensaran el porqué? -¿Es muy sencillo?- Estaba tan reprimida con ello. Ojo, eso no quiere decir que, me arrepienta de la educación recibida. Pero también es verdad que, me dejo su huella. Ya, desde niña algunos se encargaron en demostrándome, por decirlo de alguna forma que, era una debilidad expresar los sentimientos. Viviendo durante muchos años con tal carencia afectiva. Mamá, digamos que a raíz de encontrarse sola con cinco hijos no tenía tiempo para otra cosa. Trabajando duramente .Estaba muy preocupada en que <<saliésemos todos adelante de la miseria que nos desesperaba>>. Papá, lo desterraron de Andalucía. Lo he comentado en anteriores relatos. ¿Pero bueno? – Resumiéndolo un poco en pocas palabras para quien no conozca este detalle. Papa, fue un republicano socialista, capitán en el ejército durante nuestra guerra civil. Encarcelado, torturado, condenado a muerte; saliendo ocho años después de que, Franco le concediera el indulto. Mama, tuvo que lidiar mucho- ¿Cómo y de qué manera?- Imponiendo disciplina y autoridad desde el primer momento. Cada hermano tirando por caminos distintos, digamos que no siempre fueron el más adecuado, el mío tampoco. Temiendo por mis hermanas que algo malo ocurriese. Con mis hermanos, había grandes diferencias de edad. Nunca compartimos lazos fraternales, ellos adultos, yo entonces una niña. Debido también y debo decirlo que, pasaron quince horribles años encerrados en conventos religiosos. La falange de aquella época, le arrebató a nuestra madre sus cinco hijos sin piedad alguna. Saliendo después de aquel infierno, demostrando lo poco que se interesaron por mí persona. Ante todo, me tenían envidia por ser la niña preferida de mama, en realidad tenían razón, fue tal cual.- ¿Pero qué culpa tenía yo?- Si, en aquella época era una indefensa niña. Las visitas al convento cada mes. Tendría por aquel entonces cinco años si mal no recuerdo. Siempre había una monja escuchando la conversación. No comprendía el porqué estaban ahí, no me entere hasta muchos años después. Rechazándome todos en bloque y, tratándome bastante mal. Envidiándome sin razón, o quizás sí, me libere del encierro por mi frágil salud. Nunca hubo una palabra cariñosa hacia mí persona. Dándose cuenta perfectamente enseguida que, para mama era su debilidad. Mama, nunca quiso separarse de mí lado, por mi frágil y delicada salud. Ella fue mi gran amor, yo el suyo, pero muy corta en frases tiernas. Fui creciendo en este ambiente cargado, donde la palabra amor estaba fuera del vocabulario. Mamá, me lo demostró a su manera-¡Una sola mirada y comprendía la ternura hacia mi persona . Nunca lo expreso en palabras, en realidad para que ellos no se sintieran de menos. Nos encontrábamos ante los tiempos revueltos de la posguerra, más un régimen dictador. Todo consistía en dura disciplina, dentro y fuera de casa. Cuando me escolarizaron, tenia los casi ocho años, conocía la historia trágica de mis padres. Lo primero que hacíamos, en la escuela, como después en las colonias en la cual me enviaban cada verano. Izábamos la bandera cantando el “Cara al sol “La maestra con su varita observando que todas lo cantásemos en voz alta- ¿Imaginasen con un padre de izquierdas?- Obligándome a cantar el himno falangista con el brazo levantado, mientras se izaba la bandera. Las maestras eran austeras, secas, rancias e imponiendo a su vez autoridad, disciplina también. En clase había un silencio mortal, tan solo coronado, interrumpido por la lectura de los libros. En las colonias, pasaba otro tanto de lo mismo. En los enormes dormitorios compartidos, siempre me escogían para controlar las niñas que, hablaban demasiado. De esa manera las demás niñas me detestaban a su vez y eso que, nunca hubo un chivatazo por mi parte. Me escogieron entre tantas por mi seriedad. Cuando bajábamos al comedor, en fila como los soldados y en silencio. Más bien fue una educación al estilo militar-¿Y, paro de contar, sobre la manipulación que ejercía con nosotros la iglesia?- Donde estaba puntuado en las notas escolares; cómo una asignatura más, o sea no podías faltar a la misa .Inculcándonos un Dios vengativo, había que seguir sus reglas, si no ibas al infierno. Donde todo era pecado y cada semana había que confesarse. Viendo a la vez ciertos curas como metían la mano a ciertas niñas a la hora del catecismo, en los bajos de la parroquia. Muy observadora, pero callando por miedo, esto nunca lo comentábamos entre nosotras.- ¿Además quien? iba a creernos- ¿Así fui creciendo?-, Y, según iba creciendo la carencia afectiva crecía con tal magnitud que, desde niña padecía ataques de ansiedad, de pánico y sufriendo tan joven de insomnios. Me encerré en mi misma, era introvertida, tímida, acomplejada, muy temerosa y, me sonrojaba a la más mínima cosa. Para colmo de mis males, una niña siempre enferma, con males, siempre extraños para mi corta edad. Continuando el mismo camino sembrado de piedras durante tantísimos años. La adolescencia no fue mejor; empecé a sentirme culpable de todo ¿Pensando que tal vez?- La única responsable de mis males era una servidora, la vida se me hacia cuesta arriba. Me odiaba a mí misma, teniendo resentimiento hacia la propia vida. Hasta llegar a otra etapa de mi vida que, fue todavía peor, mi infeliz matrimonio. No sabía nada en lo referente al amor de pareja. Incapaz de expresar mis sentimientos. Consumiéndome por dentro ya que, las palabras no salían fácilmente de mis labios. Mi ex marido tampoco me ayudo para nada .A su vez, era introvertido, inmaduro y caprichoso. En casa todo estaba cargado sobre mis frágiles espaldas. La casa, la educación de los niños, etc. No teniendo otro modelo de comportamiento diferente a lo que, me enseñaron durante esos años. Aplicando a la vez, pero sin darme cuenta lo que tanto detestaba, aquello que marcó tanto mí destino. Gracias, a que me di cuenta del error a tiempo. Cambiando, terciando de rumbo en algo constructivo. Superado la amarga experiencia, recuperando la alegría. Me cuesta un poco todavía decir un te quiero. Los que me rodean; los que me conocen, saben mi gran capacidad de amor hacia ellos, incluso si de paso olvido un te quiero. Reconociendo también que se me da mucho mejor en escribiéndolo, que decirlo directamente. Dándome cuenta que, al igual que mi madre expresaba con la mirada la ternura sentida por mis seres amados…Creo ser una persona dictada siempre por el corazón, impulsiva, un terremoto, un volcán. Ahora soy otra persona con sus luces y sombras-Ahora me siento revitalizada, el balance de mi nueva vida es tan positivo-¡He reafirmado mis virtudes -Incluso los defectos- Viviendo la vida con pasión y amándola con toda mi alma. Dando las gracias a todos los que me rodean; por el cariño compartido. Por nuestros sueños y metas; sabiendo que si me necesitan, pueden contar conmigo.
miércoles, 24 de octubre de 2012
TAL COMO ERA Y ..TAL COMO SOY...
Reconozco que, nunca fui una mujer con mucha capacidad para expresar sus sentimientos, a pesar de que, mi corazón era mantequilla derretida.- ¿Pensaran el porqué? -¿Es muy sencillo?- Estaba tan reprimida con ello. Ojo, eso no quiere decir que, me arrepienta de la educación recibida. Pero también es verdad que, me dejo su huella. Ya, desde niña algunos se encargaron en demostrándome, por decirlo de alguna forma que, era una debilidad expresar los sentimientos. Viviendo durante muchos años con tal carencia afectiva. Mamá, digamos que a raíz de encontrarse sola con cinco hijos no tenía tiempo para otra cosa. Trabajando duramente .Estaba muy preocupada en que <<saliésemos todos adelante de la miseria que nos desesperaba>>. Papá, lo desterraron de Andalucía. Lo he comentado en anteriores relatos. ¿Pero bueno? – Resumiéndolo un poco en pocas palabras para quien no conozca este detalle. Papa, fue un republicano socialista, capitán en el ejército durante nuestra guerra civil. Encarcelado, torturado, condenado a muerte; saliendo ocho años después de que, Franco le concediera el indulto. Mama, tuvo que lidiar mucho- ¿Cómo y de qué manera?- Imponiendo disciplina y autoridad desde el primer momento. Cada hermano tirando por caminos distintos, digamos que no siempre fueron el más adecuado, el mío tampoco. Temiendo por mis hermanas que algo malo ocurriese. Con mis hermanos, había grandes diferencias de edad. Nunca compartimos lazos fraternales, ellos adultos, yo entonces una niña. Debido también y debo decirlo que, pasaron quince horribles años encerrados en conventos religiosos. La falange de aquella época, le arrebató a nuestra madre sus cinco hijos sin piedad alguna. Saliendo después de aquel infierno, demostrando lo poco que se interesaron por mí persona. Ante todo, me tenían envidia por ser la niña preferida de mama, en realidad tenían razón, fue tal cual.- ¿Pero qué culpa tenía yo?- Si, en aquella época era una indefensa niña. Las visitas al convento cada mes. Tendría por aquel entonces cinco años si mal no recuerdo. Siempre había una monja escuchando la conversación. No comprendía el porqué estaban ahí, no me entere hasta muchos años después. Rechazándome todos en bloque y, tratándome bastante mal. Envidiándome sin razón, o quizás sí, me libere del encierro por mi frágil salud. Nunca hubo una palabra cariñosa hacia mí persona. Dándose cuenta perfectamente enseguida que, para mama era su debilidad. Mama, nunca quiso separarse de mí lado, por mi frágil y delicada salud. Ella fue mi gran amor, yo el suyo, pero muy corta en frases tiernas. Fui creciendo en este ambiente cargado, donde la palabra amor estaba fuera del vocabulario. Mamá, me lo demostró a su manera-¡Una sola mirada y comprendía la ternura hacia mi persona . Nunca lo expreso en palabras, en realidad para que ellos no se sintieran de menos. Nos encontrábamos ante los tiempos revueltos de la posguerra, más un régimen dictador. Todo consistía en dura disciplina, dentro y fuera de casa. Cuando me escolarizaron, tenia los casi ocho años, conocía la historia trágica de mis padres. Lo primero que hacíamos, en la escuela, como después en las colonias en la cual me enviaban cada verano. Izábamos la bandera cantando el “Cara al sol “La maestra con su varita observando que todas lo cantásemos en voz alta- ¿Imaginasen con un padre de izquierdas?- Obligándome a cantar el himno falangista con el brazo levantado, mientras se izaba la bandera. Las maestras eran austeras, secas, rancias e imponiendo a su vez autoridad, disciplina también. En clase había un silencio mortal, tan solo coronado, interrumpido por la lectura de los libros. En las colonias, pasaba otro tanto de lo mismo. En los enormes dormitorios compartidos, siempre me escogían para controlar las niñas que, hablaban demasiado. De esa manera las demás niñas me detestaban a su vez y eso que, nunca hubo un chivatazo por mi parte. Me escogieron entre tantas por mi seriedad. Cuando bajábamos al comedor, en fila como los soldados y en silencio. Más bien fue una educación al estilo militar-¿Y, paro de contar, sobre la manipulación que ejercía con nosotros la iglesia?- Donde estaba puntuado en las notas escolares; cómo una asignatura más, o sea no podías faltar a la misa .Inculcándonos un Dios vengativo, había que seguir sus reglas, si no ibas al infierno. Donde todo era pecado y cada semana había que confesarse. Viendo a la vez ciertos curas como metían la mano a ciertas niñas a la hora del catecismo, en los bajos de la parroquia. Muy observadora, pero callando por miedo, esto nunca lo comentábamos entre nosotras.- ¿Además quien? iba a creernos- ¿Así fui creciendo?-, Y, según iba creciendo la carencia afectiva crecía con tal magnitud que, desde niña padecía ataques de ansiedad, de pánico y sufriendo tan joven de insomnios. Me encerré en mi misma, era introvertida, tímida, acomplejada, muy temerosa y, me sonrojaba a la más mínima cosa. Para colmo de mis males, una niña siempre enferma, con males, siempre extraños para mi corta edad. Continuando el mismo camino sembrado de piedras durante tantísimos años. La adolescencia no fue mejor; empecé a sentirme culpable de todo ¿Pensando que tal vez?- La única responsable de mis males era una servidora, la vida se me hacia cuesta arriba. Me odiaba a mí misma, teniendo resentimiento hacia la propia vida. Hasta llegar a otra etapa de mi vida que, fue todavía peor, mi infeliz matrimonio. No sabía nada en lo referente al amor de pareja. Incapaz de expresar mis sentimientos. Consumiéndome por dentro ya que, las palabras no salían fácilmente de mis labios. Mi ex marido tampoco me ayudo para nada .A su vez, era introvertido, inmaduro y caprichoso. En casa todo estaba cargado sobre mis frágiles espaldas. La casa, la educación de los niños, etc. No teniendo otro modelo de comportamiento diferente a lo que, me enseñaron durante esos años. Aplicando a la vez, pero sin darme cuenta lo que tanto detestaba, aquello que marcó tanto mí destino. Gracias, a que me di cuenta del error a tiempo. Cambiando, terciando de rumbo en algo constructivo. Superado la amarga experiencia, recuperando la alegría. Me cuesta un poco todavía decir un te quiero. Los que me rodean; los que me conocen, saben mi gran capacidad de amor hacia ellos, incluso si de paso olvido un te quiero. Reconociendo también que se me da mucho mejor en escribiéndolo, que decirlo directamente. Dándome cuenta que, al igual que mi madre expresaba con la mirada la ternura sentida por mis seres amados…Creo ser una persona dictada siempre por el corazón, impulsiva, un terremoto, un volcán. Ahora soy otra persona con sus luces y sombras-Ahora me siento revitalizada, el balance de mi nueva vida es tan positivo-¡He reafirmado mis virtudes -Incluso los defectos- Viviendo la vida con pasión y amándola con toda mi alma. Dando las gracias a todos los que me rodean; por el cariño compartido. Por nuestros sueños y metas; sabiendo que si me necesitan, pueden contar conmigo.
EL PINTOR IVÁN CONSTANTINOVICH...
El pintor Iván Constantinovich Aivazovsky nació en el puerto de Teodosia (hoy en día Ucrania) en la
península de Crimea. Estudió pintura en la Academia Imperial de San Petersburgo
y se convirtió en pintor de la corte del Zar Nicolás I. Viajó mucho - acompañó
a las tropas militares zaristas como un pintor marino -, pero siempre se sintió
atraído hacia su hogar en el Mar Negro. La fuerza elemental del mar es un tema
central en la grandiosa obra de Aivazovsky. Para él, es el océano quien nutre
toda la vida, pero posee un poder catastrófico.
lunes, 22 de octubre de 2012
PARA MI AMIGA DEL ALMA...
Este
tercer relato; va dedicado a mi gran amiga Paki. Por tercera vez y, a través de
la misma sobrina; conozco a esta gran amiga tan importante que es al día de hoy.
Estábamos en una asociación de enfermedades reumáticas; ya lo comente en algún relato,
mi problema de huesos. Con la tercera edad, una no puede pretender llegar sin ningún
problema, sea cual sea y, a nuestra generación nos toco mucho trabajar. Teniendo
los estudios básicos; había que aferrarse a lo que, se presentaba. Teniendo la
juventud por delante, ganas de trabajar; eso fue lo que hicimos y, hablo de mis
tres amigas en la misma situación, más la de una servidora. La primera vez que
la vi en la susodicha asociación; me pareció una mujer genial; divertida,
cariñosa etc. La introvertida en aquella época, una servidora por supuesto. No
soy de esas mujeres que, se hace ver; muy discreta, reservada en todo, en un
rinconcito, me hacía casi invisible. En la asociación ella era la que, llevaba las cuentas , al
poco tiempo mi sobrina entonces presidenta, me acordó la secretaria. Hicimos
varios viajes a Madrid; riéndome con las cosas cómicas que, le ocurrían a esta
mujer; dicharachera, alegre, quizá algo despistada ja ja ja .Nuestra amistad
tomo un nuevo rumbo a raíz de, un viaje de placer a Toledo. Dándonos cuenta las
tantísimas cosas que, teníamos tanto en común. El mismo placer por una buena
comida, el jazz, los libros y un sinfín de cosas más que, no me voy a tardar en
ello. Somos dos almas gemelas; amando la vida, disfrutando con sencillas cosas
a nuestro alcance. Un concierto de jazz,
de música clásica, o de flamenco. Curioso que, seamos tan iguales. Somos dos
terremotos; compartiendo los mismos gustos… bueno a ella le gusta la moda hippie,
yo algo más clásica, aunque es verdad
que ahora me atrevo a ponerme algo que, antes ni tan siquiera me lo hubiese imaginado. Comunicándonos a través del
teléfono a diario; a veces suena el teléfono cuando menos lo espero, para
comentarme el magnífico atardecer en la playa de la Zurriola. Definiéndome los
colores del cielo, cuando surge un arco
iris en el mismo lugar después, oh, explicándome lo bella que está la luna
llena. Nos encanta la naturaleza, dar un largo paseo por la playa sobre la
arena mojada; caminar por el monte, conocer los lugares y parques de nuestro
entorno. Desde su terraza se divisa unas vistas espectaculares de nuestra
ciudad. Me cuenta las cosas con tal entusiasmo que, me contagia. A raíz de
nuestra amistad, mi vida ha cambiado de
sentido; si antes la vida era en blanco o negro, ahora es de colores. Hemos
viajado a varios lugares; Praga, Barcelona, Andalucía, etc.…siempre con el
mismo placer, el mismo entusiasmo de estar a su lado y, viceversa. Ya no soy la
mujer tímida que, antes era, aprendiendo mucho a su lado; junto a ella mi carácter
ha cambiado. Haciéndome comprender lo mucho que valgo; es verdad que, al
conocerla mi autoestima se encontraba por los suelos. Hemos aprendido que, ante
todo tiene que haber un respeto, por la intimidad de la otra; una amistad sin
agobios, donde reina la armonía, el buen entendimiento. Las dos de, delicada
salud, nos preocupamos la una por la otra, ella es en mi vida un camino de
rosas… Mejor se lo digo con esta poesía….
Caminaba
por la vida
entre la bruma de mi alma herida,
te conocía sin conocerte,
eras divertida y muy alegre.
Yo desapercibida entre todos
puesta una coraza para defenderme,
desconfiaba tanto de la gente.
Un viaje en común cambio nuestro rumbo,
inesperadamente nos conocimos mejor,
mi verdadera amiga tan deseada apareció,
abriéndose un nuevo horizonte.
Me auxiliaste en mi amargura,
sin dudarlo un solo instante
ayudándome a cerrar mis heridas,
empezando de nuevo a creer en la gente.
Una rosa hermosa me devolvió la vida,
brillando hoy día nuestra amistad
luz… que se abrió en mi camino doloroso,
rosa perfumada es tu amistad.
Esa rosa blanca ilumina mis días,
sin púas para no herirme,
para que nuestra
amistad perdure una eternidad,
esa eres tu…mi amiga ¡
entre la bruma de mi alma herida,
te conocía sin conocerte,
eras divertida y muy alegre.
Yo desapercibida entre todos
puesta una coraza para defenderme,
desconfiaba tanto de la gente.
Un viaje en común cambio nuestro rumbo,
inesperadamente nos conocimos mejor,
mi verdadera amiga tan deseada apareció,
abriéndose un nuevo horizonte.
Me auxiliaste en mi amargura,
sin dudarlo un solo instante
ayudándome a cerrar mis heridas,
empezando de nuevo a creer en la gente.
Una rosa hermosa me devolvió la vida,
brillando hoy día nuestra amistad
luz… que se abrió en mi camino doloroso,
rosa perfumada es tu amistad.
Esa rosa blanca ilumina mis días,
sin púas para no herirme,
para que nuestra
amistad perdure una eternidad,
esa eres tu…mi amiga ¡
domingo, 21 de octubre de 2012
GRACIAS POR TU AMISTAD...
Voy
a dar paso al siguiente relato. Esta vez va dedicado a mi gran amiga Pilar. A lo largo de la vida
conoces mucha gente, unos te llaman por teléfono para saludarte; para luego
descubrir que por detrás van criticándote. Pero las verdaderas amigas las cuentas
con los dedos de una sola mano, y seguro que te sobran dedos todavía. Fue
curioso nuestro encuentro. Aunque siempre se dice que no existen las
casualidades y, que todo está predestinado. ¿Qué razón tenía el dicho? ¡Llegaba
desde Francia en el tren que conducía hasta nuestra ciudad de Donostia! Una
señora se sienta frente a mí. Pensé nada más verla lo guapa y elegante que era,
muy bien peinada ella. ¡Era una bella
rosa en la madurez y en todo su
esplendor! Era alta y menudita, pero me sorprendió su mirada algo melancólica,
por lo demás ¿Vamos lo que se dice toda una señora? Me cuenta lo bien que se lo
había pasado durante unas recientes vacaciones en el mar Mediterráneo; exactamente en un pueblo llamado
Peñiscola. Al escuchar el lugar me intrigó: ¿Qué casualidad? justamente mi sobrina
acababa de llegar de aquel lugar no hacía muchos días Yo, la sigo escuchando atentamente comentándome lo ilusionada
y feliz que estaba con esas primeras vacaciones que hizo junto a Coordinadora de Discapacitados físicos
de nuestra Provincia. Pero una vez terminado su relato, ¿le pregunto si allí
conoció a una tal <<Rosalia>>? ella me dijo ¿claro que la conozco trabaja
en Coordinadora? Cuando de pronto sonriendo le digo que <<Rosalia>>
es mi sobrina, y que una servidora trabaja en Coordinadora también. Ella quedo
sorprendida ¿Cómo… que es tu sobrina?, me dice y soltamos una carcajada a la
vez. Le conteste que personalmente conocía a gran parte de las personas que
fueron al viaje, nombrando a cada uno que conocía, ella estaba feliz de oírme.
El destino estaba ahí de nuevo:
cruzándome con una persona que ahora es una de mis mejores amigas y, por medio
de esta sobrina. Ella se sintió de golpe con más confianza y la conversación se
hizo más fluida. Fue entonces cuando ella me conto que acababa de separarse,
igualmente que yo. Comprobando de que nuestras vidas fueron paralelas en todos
los sentidos. Nuestros ex maridos por desgracia eran alcohólicos,
infligiéndonos malos tratos sicológicos con sus comportamientos, y nuestros
hijos quedaron con traumas de aquellas vivencias. Aquello me pareció tan
insólito, como dos personas que no se conocían habíamos aguantado semejante
trauma, habíamos vivido lo mismo en diferentes lugares y con la misma inquietud:
preguntándonos ¿Cómo llego a tal extremo nuestra situación matrimonial?, y nada
pudimos hacer para que cambiasen de
actitud, a pesar de nuestro empeño en que comprendiesen nuestro dolor ¿Qué
había pasado en nuestras vidas? nuestras vidas tiradas por la borda sin
comprender porque la vida nos castigo de tal manera. Nuestros mejores años
pasados en estas condiciones, evidentemente nuestra salud se resintió. Las dos
habíamos vivido este trauma con impotencia, aguantando por los hijos. Mucho
habíamos sufrido las dos en la posguerra, miseria, hambruna. Trabajando muy
jóvenes de asistentas para subsistir. Abandonando nuestro pueblo e instalándonos
en otro sin conocer a casi nadie, por un miserable sueldo y sin apenas
descanso. Las dos fuimos totalmente inocentes y vulnerables; así nos toco pasar
lo que menos esperábamos, es decir una vida digna. Las dos fuimos sumisas y
calladas, por respeto, por los hijos, ¿por el que dirán?, pasando nuestra
juventud en una vorágine e incapaces de hacer frente a lo que nos había tocado.
En aquella época era el hombre quien dominaba la situación, pero la gota del
vaso un día desbordo, y ahí nos encontrábamos las dos en el tren contándonos
nuestra paralela historia. A mí me daba la impresión como si nos conociéramos de toda la vida, achacando
lo rápido y fugaz que fue este encuentro. Hubiésemos deseado que durase más
tiempo, cada una se fue por su camino. Tantas cosas en común, ¿increíble de
verdad? Las dos somos madres de tres hijos y con nietos, a los cuales adoramos, ¿hasta en eso imaginasen? llegando
a pensar que había encontrado a mi alma
gemela en esta selecta amiga. Llegamos a nuestro destino y nos dijimos adiós
encantadas de conocernos. En esos momentos no pensé por discreción en pedirle
su teléfono y cuando llegue a casa no paraba de pensar en ella: en nuestras
vivencias tan parecidas. Cuando unos días después mi sobrina me llama por
teléfono invitándome; celebraban una comida los que habían viajado a Peñiscola.
¡Sorpresa! ante mí se encontraba Pilar la señora del tren. Nos abrazamos
efusivamente riéndonos y, contando la anécdota a los demás de nuestro casual
encuentro en el tren. A raíz de ello nos hicimos muy amigas, coincidiendo en comidas,
viajes con Coordinadora, viajes culturales, sentándonos siempre cerca la una de
la otra y seguir hablando del día a día de cada una. Poco tiempo después nos
hicimos socias en la asociación de enfermedades reumáticas, la cual mi sobrina<<
Rosalia>> era la presidenta. Nuestro entorno de amigos eran los mismos, aquellos
en los cuales que ella había pasado sus felices vacaciones. La verdad que hemos
pasado momentos muy agradables todos reunidos. Haciendo excursiones con la
asociación cerca de nuestro entorno ¿pero cuanto lo disfrutamos? Después empezamos
a salir de vez en cuando los domingos; no tantos como ella quisiera. Tenía que
cuidar de los nietos, su hija vendedora en una bombonería y había domingos que
ella trabajaba. Ella en esos momentos llevaba mal la situación de separación.
Su ex marido se fue a vivir al otro extremo del país, pero viniendo de vez en
cuando, hiendo a su casa. No podía con tal situación, pero cedía por ser el
padre de sus hijos. Hasta que un día finalmente no volvió más, quizás esperaba
una reconciliación. Pues como ella, curiosamente mi ex marido esperaba lo
mismo: pero una persona que se ha comportado
de tal manera nunca cambian. Curioso como dos desconocidas tenían tantas cosas
en común.Nos desahogábamos de nuestros problemas;eran nuestros secretos, ayudándonos,apoyándonos moralmente la una hacia la otra. Estamos muy compenetradas, a pesar
que nos vemos poco. ¡Pero a cada
encuentro brilla la alegría al encontrarnos de nuevo! Es una excelente y
estupenda amiga, discreta, cariñosa, dispuesta a echarte una mano si fuese
necesario. Siempre habla en el mismo tono: nunca una mala palabra, ni se mete
con nadie. Unas veces viene a casa, otras voy junto a mí otra amiga a verla;
comiendo juntas en una casa u otra pasando una estupenda velada. ¿Somos
como los tres mosqueteros?, y yo la
quiero muchísimo. Dando gracias a la vida por este casual encuentro. ¡Hoy mi
relato va dedicado a Pilar! mujer hermosa, muchísimo más por dentro. Una amiga
entrañable, sincera hasta el final. ¡Sabes Pilar! siempre estarás en mis
pensamientos y a pesar de no vernos mucho, una llamada telefónica y al oír tu voz al otro lado alegra mi alma. En
estos momentos con problemas de salud, animándola como puedo, siempre con una
sonrisa ella lo agradece. ¡Gracias
Pilar! por esa amistad compartida, por los buenos momentos que pasamos juntas,
por tu comprensión. Te puedo decir que no hace falta que te lo diga, estaré ahí
cuando me necesites ¿Sabes nunca fui muy expresiva? ¿Pero hoy en este relato deseaba decirte cuanto te
quiero?
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