Vuelvo
atrás sobre mis pasos, con algo que ocurrió hace unos años y, hoy al volver a
escuchar en la radio de nuevo aquella música que, me hizo cambiar de actitud. Fue algo inesperado; recuerdo aquel día, un atardecer dorado, sentada en un banco junto al mar,dando de
comer a las palomas y los pajarillos que se
acercaban. Llevaba sobre mis hombros una carga emocional tremenda,
angustiada por mi porvenir oscuro en aquella época; no veía el final del túnel
y todo consistía en tomar pastillas contra el dolor de mi alma partida en
pedazos.Qué casualidad, el destino me atrapaba de pronto. Ese día, un joven muchacho se
puso a mi lado tocando con su guitarra; al oír las primeras notas,reconocí enseguida la música,de (juegos prohibidos) Era
la música de una película preciosa francesa, que vi cuando vivía entonces en Francia;
tocaba con tanta pasión que creía estar
en el cielo, su música me embriagaba y una sensación de bienestar invadió mi
cuerpo.No podía creer que hubiese perdido tantas cosas en la vida, tantas emociones recorrían
por mi mente, emociones olvidadas, y fue un renacer nuevamente a raíz de ese
momento. Pensé en ese preciso momento qué, estaba viva, que no todo fue
tremendo y,que hubo momentos especiales.Que finalmente acabaría encontrando
la felicidad de alguna manera. Pensé, que tenía que cambiar de actitud, de no
ser tan sensible y dejarme guiar por mi instinto.Rodearme de gente que me
diesen buenas vibraciones, olvidarme del pasado, cerrando heridas y buscar el lado
bueno de lo ocurrido. Intentando olvidar,o por lo menos llevarlo con elegancia
ese pasado tormentoso, pasar de largo sobre mis errores, también el de los demás;empecé
haciéndome más fuerte y, siguiendo adelante, triunfando sobre la parte negativa
que tanto me había afectado.Me daba
cuenta que no necesitaba mucho para saborear lo que la vida ponía a mis pies,
el universo que es mágico, la vida es bella, todo me complace.Eso sí, que nadie
vuelva a humillarme ya que no soy la misma. Todo lo que la madre naturaleza
pone a tú alrededor, la magia de las flores, el mar y las montañas.Lo he conseguido y, sobre todo mi autoestima
esta por fin recuperada. Hoy comprendo
que no hay nada que temer, a cambio hay
que estar agradecida por esta nueva oportunidad que se presento en mi nueva
vida,cuando menos lo esperaba.Empecé a saborear la vida con muy pocas cosas.Había perdido ciertas sensaciones, al estar sumergida en algunos traumas
dolorosos a lo largo de estos años. Me di cuenta que un simple atardecer me dejaba extasiada.Sentir rugir el mar a la
orilla de la playa mientras paseo, golpeando las olas en mis
tobillos era algo increíble.Respirar el olor que desprende los tilos cuando
florecen, cierro mis ojos como si fuese algo especial, dejando que penetre
hasta lo más profundo de mi. Voy expresamente
cada mes de junio al paseo de Francia de nuestra ciudad, me siento en un
banco dejándome invadir por esas sensaciones olvidadas.Observo el va y viene de las gaviotas, cuando los barcos pesqueros
entran al puerto, oír el canto de los pájaros en la primavera y, cuando llegan
las golondrinas anidando en los tejados
de las viviendas, las observo a través de mis cristales revolotear, buscando
insectos para sus crías, quedando prendada. Observo las noches estrellada,
admirando el resplandor de la luna y todo se convierte en algo unico y mágico. Doy cada
día las gracias a todo lo que me rodea, sintiendo buenas vibraciones, amando
con pasión la vida. Viajando mucho, conociendo lugares espectaculares, incluso en
otras latitudes. Adoro la lectura de un
buen libro, escuchar una música relajante. Amo los libros, la poesía,
devorándolos, y otra de mis pasiones el
arte por la pintura. Ahora que estoy jubilada, deseo aprender a pintar y lo
conseguiré. Según va pasando el tiempo, voy descubriendo que la vida puede ser
maravillosa siempre que te lo propongas, que cada día que pasa es un nuevo
comienzo, un nuevo renacer y ello no significa que todos los días sean
maravillosos. Pero si está claro en la positividad que he adquirido que hasta
yo misma me sorprendo.Soy otra persona, no soy perfecta claro está, pero no la
misma de antes, con mis miedos, las inseguridades, vivo el
presente sin angustiarme el mañana.Me siento viva por fuera, al igual que por
dentro.
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