domingo, 17 de junio de 2012

DONDE ESTÁN MIS RAICES...




¿Donde están mis raíces ¿ Muchas veces lo cuestiono; se que están en mi corazón, pero para esta sociedad absurda no es el caso. Me explico; soy nacida en Granada, Provincia de Andalucía. Nacida en la posguerra, mi padre  fue desterrado de su Andalucía natal. Llega aquí en el norte de España para trabajar, buscando  una vida mejor; para entonces la pobreza, la hambruna había ganado terreno por el sur; salvo para unos cuantos señoritos que disponían de todas las tierras, haciendo trabajar en sus fincas de sol a sol por una miseria a hombres y mujeres que, por desgracia fueron los vencidos en la guerra civil. Con ocho años, junto a mi madre y hermanos llegamos a San Sebastián, País Vasco. Como deben suponer mi madre me inscribió en la escuela nacional; yo llegaba del sur con el acento de aquella tierra, acento que llega con sol y alegría; pero la alegría pronto se acabo. Sabemos todos que, los niños pueden ser crueles; lo fueron conmigo y los mayores también. De un lado, la maestra con la regla me daba golpes en la yema de los dedos para que hablase correctamente el castellano; de otro lado, las niñas me llamaban andaluza fulera; riéndose de mi color tostado y sobre todo del acento andaluz. Tuvo que intervenir la directora, percatándose de que nadie jugaba conmigo; obligando a las demás niñas en compartir juegos, así fui creciendo hasta que conseguí hablar correctamente. Me hice unas cuantas amigas, todas de aquí, hoy siguen todavía en mi vida. Llegaron mis 17 primaveras, junto a mi madre nos fuimos a Francia, su hermano refugiado político encontró  nuestras señas a través del consulado español en Paris. Por supuesto no entendía nada francés; el tío  regentaba un hotel restaurante, me puso en la barra para aprenderlo más fácilmente. Allí era la española; conocí al que fuera mi esposo, al poco tiempo nos hicimos novios, casándonos tres años después. Me acogí a la nacionalidad francesa obligada, el hermano de mi madre no hizo los papeles requeridos, a todo esto ignorándolo; un día la policía me pilló sin papeles, explicándome que me iban a expulsar del país por ello, adelantamos la boda. Al casarme, ya la familia política no lo acepto con mucho gusto; era una pobre extranjera y, allí en aquel pueblo los chicos se casaban con chicas que aportasen patrimonio, no disponía de nada y a pesar de tener la nacionalidad francesa para ellos era la extranjera. Me separo y, vuelvo a mi país; vuelta con los papeles administrativos. Mi carnet de identidad consta como francesa, tampoco aquí me consideran española. Me he tenido que enfrentar últimamente a un montón de dificultades administrativas, muy a pesar mío y, esto ya lo estoy considerando un abuso muy fuerte. Mi corazón está aquí en mi país; aquí están mis raíces, mi familia, pero de nada sirve, todavía para muchos soy francesa, es decir extranjera. Hace dos años en un concurso de poesía, fui seleccionada; al pedirme el número del carnet de identidad, me contestaron…ah pero usted no es española, a pesar de explicarles mi situación, que era nacida en Granada y demás, no me permitieron entrar en el concurso. Con todo esto a, veces ya no sé, ni de donde soy, ni a donde voy...me parece tan triste esta situación.   
 

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