miércoles, 6 de junio de 2012

COSAS QUE SUCEDIERON....


Después de unos días calurosos en este recién estrenado mes de junio, llega la tormenta. Esta mañana amaneció un día gris y triste; me dispuse a recoger la casa. Empecé a limpiar los libros de la biblioteca que estaban un poco polvorientos; de pronto cae al suelo una foto de mi lejana infancia. Volviendo hacia atrás  recordaba mis padres, amigos, maestros; mi madre era mi mejor amiga: Entre las dos se instauro tanto amor y confianza, no necesitaba mentirle; podía confiarle  mis más íntimos secretos , ella me escuchaba atentamente. Mis hermanos me reprochaban ser la niña de sus ojos y reconozco que así fue. Según iba creciendo me daba cuenta que a mi alrededor veía los que me rodeaban con tremendas fachadas que les impedía tener una vida plena y alegre, no había cariño, o un  deseo de ayudar a los que más estaban decaídos y cada cual iba a su rumbo; cada cual su vida sin importar el otro; entre ellos eran criticas por detrás.Me daba cuenta de todo a pesar de ser una niña. No había unidad familiar, mi madre sufriendo el resto de su vida con la indiferencia de parte de todos y yo reconozco que aquello me marco durante muchos años. Pienso hoy día; estoy más bién  convencida que nunca perdonaron a mis padres lo ocurrido. Comprendo por lo que tuvieron que pasar, más de  15 años encerrados, apaleados, castigados  sin piedad por parte de las religiosas por ser hijos de “rojos “ como así los llamaban. A una de mis hermanas partiéndole el fémur de cada pierna de las palizas con una zapatilla de esparto mojada Mis  hermanos efectivamente fueron arrebatados por la Falange al acabar nuestra guerra civil de los brazos de mi madre; al ser encarcelado mi padre después que un familiar lo denunciaría a la guardia civil por ser socialista republicano, capitán en el ejército republicano y un político muy querido en el sur de España. Varios años después Franco le concedió el indulto reencontrándose con mi madre y quedando embarazada de mi; mi padre fue desterrado de Andalucía y pasaron ocho largos años sin saber nada del. Al reencontrarnos nos encontramos con la verdad, sus cartas fueron interceptadas por la policía secreta. Al encarcelar al padre, mi madre salió huyendo de una ciudad a otra con mis cinco hermanos: Durmiendo bajo un puente, mendigando. La Falange que en aquella época hacia de oficio de servicios sociales, al saber quién era mi madre le arrebataron sin piedad los hijos. Fueron destinados a conventos religiosos, separados; pasando tremendos horrores por ser hijos de republicanos; creciendo con odio hacia todo y saliendo casi en la mayoría de edad. Recuerdo que junto a mi madre íbamos a visitarlos; siempre había una monja sentada escuchando la conversación Demasiado niña para comprender que eran mis hermanos; demasiados años nos separaban. Mi hermano mayor  20 años mayor y luego iba decreciendo hasta llegar a la última hermana con 9 años de diferencia. O sea que no compartimos absolutamente nada, ni juegos, ni cariño.Yo parecía la intrusa  en medio de tanto adulto y todos me hablaban con desprecio; eso marco mi infancia y posteriormente mi vida de adulta; plegándome a sus necesidades con tal de sentirme amada. Hoy constando que no mereció la pena de dar tanto de mi persona , soy consciente que mendigaba amor. No siento ni odio, ni rencor por ello , ya está superado ; pero la herida tardo años en cerrarse. Desde que falleció mi madre ; la separación con mi ex pareja , hay días que me siento como una huérfana , a pesar de vivir casi todos los hermanos seguimos desunidos y nada cambiara la situación .Al observar la foto caída del libro recordé a mi madre cuando lloraba diciéndome que la guerra había destruido la familia.     

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