Soy una persona en la que a menudo tengo sueños
premonitorios. En este caso en particular mi madre me salvo la vida. Hace ya
muchos años mi madre falleció, llorando mucho su ausencia. Una noche de verano,
después de cenar y ver un programa televisivo, me voy a mi alcoba cansada de
una jornada laboral. Al día siguiente era sábado y había quedado por la mañana
con mi hermana mayor, la recogería con mi coche para ir de compras; ella vivía
a unos cuatro kilómetros de mi casa. Me meto entre las sabanas frescas puestas
esa misma mañana y me quedo profundamente dormida. Sueño esa noche, sueño que
estoy en un hospital, abro los ojos viendo al pie de la cama a mi madre
fallecida. Estaba bellísima, como jamás la había visto antes, jovencísima y
vestida de un blanco inmaculado. Le digo que haces aquí mami si tú has fallecido, ella me coge de la mano dulcemente y me dice, hija vengo a cuidar de
ti, a preservarte, después desapareció de mi sueño. Me levante intrigada por
ese sueño, pero me encontraba relajada y feliz de haberla visto fugazmente.
Desayuné tranquilamente, cogí las llaves del coche en dirección hacia la casa de mi hermana .Apenas a un kilometro de
casa había una rotonda, yo me encontraba ya en ella, cuando de repente a mi
derecha surge un camión a toda velocidad sin respetar que yo ya estaba dentro y me
lleva por delante, el coche dio varias vueltas, quedando como un acordeón. Yo
salí ilesa, ni un solo rasguño y sobre todo tranquila, para nada asustada,
avisaron a la policía y el camionero dando positivo en el alcohol. Ese día
volví a nacer de nuevo. Entonces entendí entonces las palabras de mi madre,
ella me salvo la vida, no me cabe
ninguna duda.
Marilo Dominguez.
22/05/2012.
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