¡Dime lucero del alba
háblame del… donde está,
adonde se fue!
Dile que guardo el sabor
de su boca entre mi piel,
que entre mis sabanas respiro
su perfume cada atardecer.
Aun siento todavía
sus cálidos dedos resbalando
sobre mi cuerpo,
devorándome el deseo
en el paraíso de sus ojos negros.
Que aquella noche...
el tiempo se detuvo
al entregarle cuerpo y alma,
mis sentimientos también.
Cuéntale lucero del alba, si sabes del,
cuéntale que lo necesito, qué sueño con su voz
dile que mis caricias serán solo para él,
mis besos también.
háblame del… donde está,
adonde se fue!
Dile que guardo el sabor
de su boca entre mi piel,
que entre mis sabanas respiro
su perfume cada atardecer.
Aun siento todavía
sus cálidos dedos resbalando
sobre mi cuerpo,
devorándome el deseo
en el paraíso de sus ojos negros.
Que aquella noche...
el tiempo se detuvo
al entregarle cuerpo y alma,
mis sentimientos también.
Cuéntale lucero del alba, si sabes del,
cuéntale que lo necesito, qué sueño con su voz
dile que mis caricias serán solo para él,
mis besos también.
Marilo Dominguez.
22/05/2012.
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