domingo, 8 de abril de 2012

SOLA EN MI ALCOBA...



Después de esta nueva ruptura, noche tras noche en mi alcoba me encontraba perdida esperando. Esperando que llegase con su destello de luz que me indicaran el camino. Pero quizá lo que veo es solo el recuerdo de un pasado reciente y, lo que intento es retener ese pasado imposible, hasta tal punto que lo  confundo con mi realidad. Cómo abrazar una el olvido y besar los recuerdos; me siento presa de su boca. Mis labios entumecidos hablan de su ausencia, pero en mi alcoba fría filtran los recuerdos pasados. Cierro mis ojos húmedos y puedo recorrer su cuerpo, me arden los  dedos con tan solo imaginarte. Sueño todavía con su cuerpo, respiro su aroma. Ahora mis besos se van perdiendo en cada boca que encuentro, buscando en otros los tuyos y siento un gran vacío en mi alma. Me doy cuenta que sin ti el sol se ha nublado, si estarías aquí te darías cuenta que he perdido la razón, no sé todavía como vivir sin ti. Estoy derrumbada, pero pienso salir del abismo, ahora solo me importa volver  a  caminar sin ti, lo único que me falla es aprender cómo olvidarte…
Después de esto no creía en nadie, en nada. Una mañana me levante cansada después de una noche de insomnio, los diablos de medianoche me despertaban, me recordaban tu amor... Fui al baño para refrescar mi rostro. Al observarme en el espejo estaba pálida y ojerosa, pensé en voz alta qué había llegado el momento de desprenderme de todo lo que me sobraba; quería  emprender una nueva vida y vivir finalmente para mí. Fue difícil, pero finalmente lo conseguí, olvidarte nunca podría. Cada noche soñaba contigo y al amanecer recordaba el sueño. Le decía a mi corazón palpitante ¡Cállate corazón, se dócil, pero el corazón qué entiende de razones! Soñando lo mismo noche tras noche, tanto que mis sabanas lo recuerdan. Sueño de  una isla azul en medio de no sé dónde. Una playa de arena y barquitos de vela que se balancean al ritmo de las olas. Tus brazos que me esperan, brillos que destellan bajo el manto de estrellas. En la playa desierta dos seres desnudos quemándose bajo la luna, tú y yo hasta el amanecer. Cállate corazón… grito, se dócil, pero el corazón qué entiende de razones. Aún puedo sentir tu presencia, tu perfume…al mismo tiempo tenía miedo de no saber vivir sin ti y en mi desesperanza pensaba…Que me importa la vida si me faltas tú, tú cuerpo junto al mío, tus besos ardientes que me arrastraban como olas de papel. Necesito sentirme amarrada a tu piel que me quema, qué solo tus besos calma. Tus ojos penetrantes desnudando mi alma, desenfrenando pasiones, juegos de amor y deseos. Necesito esas caricias, solo a tu lado me siento mujer. Me doy cuenta que de correr contra el tiempo, me olvide que la vida es solo un momento, pero qué difícil es olvidar un amor por mi parte sincero…
Marilo Dominguez.
08/04/2012. 

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