lunes, 29 de abril de 2013

TODA UNA VIDA...II PARTE...


II PARTE.
Claire le contesto que se hospedaba en el camping de “Souston” ¡Que coincidencia! La casa de sus padres se encontraba apenas a dos kilómetros del camping. Charles se encontraba de permiso unos días. Estaba casi terminando el servicio militar en la marina nacional, exactamente en “Toulon” situado en el mediterráneo al otro extremo en el sudeste de Francia. Al despedirse el impulso fue instantáneo y con un beso tierno se despidieron hasta la mañana siguiente. Quedaron al amanecer, desayunaron juntos en el bar del camping y tomaron  rumbo al bosque. Deseaba mostrarle lo que tanto amaba, aquellos bosques espectaculares de la región. Disfrutaron aquellos grandes espacios en bicicleta; alquilaron dos por un precio módico llevándola entre los pinos, observando la flora, aves en el inmenso cielo, incluso varias ardillas en lo alto de los pinos. Se encontraba ante uno de los  bosques más importantes de Europa. Se llevaron bocadillos y agua para beber, pasando un día respirando la belleza del bosque. Llegaron al atardecer relajados de ese paseo grandioso; una vez  que devolvieron las bicicletas se fueron hasta el camping cogidos de la mano.Al siguiente día tomaron la decisión y fueron del otro lado del mar atlántico, pasaron un día relajante en las playas landesas, encontrándose en contacto con el rocío del mar. Charles la observaba discretamente; su belleza perturbaba su mente enamorado¡se estaba enamorando locamente! Claire era alegre, con una sonrisa siempre en los labios, dulce, espontanea y una joven muy natural. Su melena morena suelta al capricho del aire del mar. Se tumbaron en las dunas; Claire le pidió que le pasase crema contra los rayos del sol en la espalda. Al contacto de sus manos Claire se estremecía, tratando de disimularlo. Nunca sintió por otro hombre tantas emociones; sus ojos a la luz del sol chispeaban y su corazón latía a un ritmo acelerado. Podía sentir los latidos en sus sienes. Unos días más tarde día de nuevo en su compañía, la llevo en su todo terreno al lago mayor de “Souston” El lago invitaba a soñadores y pescadores; compartiendo juegos acuáticos, vela remo y otros deportes más. Descubría que aquella región era una tierra de contrastes; desde el litoral hasta los montes, pasando por desfiladeros, cuevas, museos y sobre todo degustando la gastronomía local. Viendo las diferentes ciudades o pueblos con tantísimo patrimonio cultural. Charles le explicaba  que la costa se extendía  a lo largo de 230 km entre la desembocadura del río “Adour” al sur (cerca de Bayona) y el estuario del río la “Garonne”, en el norte, y se distinguía en tres grandes áreas: la línea de playa de arena, donde se encuentra la banda o cordón de dunas marítimas; la llanura o planicie arenosa conocida como arenas de las Landas de “Gascogne”, donde se presentan dunas generalmente parabólicas, y que se encuentra cubierta de un extenso bosque marítimo. El denso bosque marítimo, considerado la más extensa masa forestal litoral de Europa y que, protegido por el Estado ocupa el Parque Natural de las Landas de Gascogne. ¡Charles era un joven apasionado, culto y muy orgulloso de ser su acompañante mostrándole los diversos lugares que, conocía a la perfección!; cada vez que se despedían los besos eran más apasionados. Las tres semanas pasaron rápidamente y Claire temía de nuevo volver a Paris; estaba enamorada de Charles,  de la maravillosa región de las Landas y su entorno que, le habían conquistado su corazón y su amor naciente hacia Charles. La última noche salieron por última vez, los dos estaban emocionados y tristes de esa despedida; al día siguiente Claire tendría que volver para retomar de nuevo su trabajo. Se acercaron hacia el lago cerca de la casa donde vivía Charles; sentándose en la hierba  húmeda se abrazaron besándose con ternura. Ella le acaricio su pelo, su torso, de otro lado no le soltaba la mano. Charles tímidamente saco una cajita; mirándola fijamente  presentándole un anillo de compromiso le pidió su mano.

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